Arquitecto Konrad Brunner, en Bogotá
Con el fin de contribuir a la vitalidad del tradicional centro histórico de la localidad, el proyecto de vivienda se inserta para mantener el carácter residencial que vitaliza y complementa los usos comerciales y turísticos de la zona.
Frente al parque se genera una fachada de tres pisos –una escala cómoda para el peatón–, los cuales se van incrementando hasta llegar a los siete niveles contra el edificio de vivienda multifamiliar preexistente en el costado norte. Este empate elimina el negativo impacto de las “culatas” que resultaron en su momento de una desafortunada norma urbana. A partir de este juego volumétrico se inserta la edificación de manera respetuosa con su vecindario.
En su exterior, el edificio se caracteriza por el uso de ladrillo visto, sobre el cual se disponen grandes ventanales enmarcados en concreto que aprovechan la vista. En el interior, a lo largo de toda la altura del área de circulación, el ladrillo visto se trabaja de color blanco con el fin de sacar el mayor provecho de la iluminación natural.