La innovadora arquitectura del nuevo aeropuerto Perales, en Ibagué
Camilo Garavito / diciembre 5 - 2023
“Nuestra visión de la arquitectura apunta a romper barreras que separan, para crear en su lugar umbrales que reúnen: reúnen actores, ecosistemas, y una noción de paisaje que está orientada hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental”. Así define la visión de David Delgado Arquitectos su fundador, el arquitecto bogotano David Delgado, que ha liderado esta empresa desde hace más de una década.
Sus proyectos, en síntesis, buscan ser elementos que “generan valor, que originan y facilitan procesos de sostenibilidad, y que tratan de tener un impacto positivo en la vida de las personas, especialmente las que habitan el territorio”.
Su experiencia incluye una importante trayectoria académica y una amplia gama de obras, de múltiples funciones y locaciones: instituciones educativas —tanto públicas como privadas—, instrumentos de planeación urbana, edificios residenciales, aeropuertos.
Arquitectura que se relaciona con el entorno
Uno de estos es el aeropuerto Perales de Ibagué (Tolima), que formó parte de una serie de tres proyectos desarrollados con la Universidad Nacional de Colombia, entre los que se encuentran también el de Leticia (Amazonas) y Yopal (Casanare). “El reto fue plantear un mismo sistema que respondiera a tres lugares distintos, que pudiera crecer y adaptarse en el tiempo”.
Delgado propuso para esto un esquema lineal, estructurado por medio de patios que articulan los usos y potencian la ventilación natural de los espacios. El módulo central alberga el área de operaciones —con la viabilidad de crecer verticalmente—, mientras que los laterales contienen las zonas de salidas y llegadas, con posibilidad de expandirse de manera lineal.
Sus envolventes se diferencian para adaptarse a los climas y orientaciones, optimizando el comportamiento energético de los edificios. Los patios se plantearon, además, como “esos espacios intermedios entre el adentro y el afuera, donde suceden las cosas más importantes”.
En el caso de los aeropuertos, sirven de áreas de reunión, donde quedan cafés y zonas comerciales, en íntima relación con el entorno natural.
Muy práctico y funcional, que pesar que los responsables de su mantenimiento no lo han hecho con responsabilidad y lo mas lamentable su subutilización operativa. Solo dos vuelos a Bogotá y Medellin, a unos costos muy altos y que se cancelan con la mas breve llovizna.