La arquitectura y el diseño también pueden ser como el arte: atemporal
/ diciembre 13 - 2019

Niquía de Lorenzo Castro
La arquitectura, como el arte, se convierte en atemporal cuando las huellas del tiempo no la deterioran, sino que la enriquecen. El proyecto Conjunto Residencial Niquía, obra del arquitecto Lorenzo Castro, revela el paso de los años con extraordinaria belleza, pues ha envejecido junto con el lugar. Su fachada de concreto ocre se ha convertido en un lienzo sobre el cual se ven plasmadas las sombras de los árboles.
Conozca la arquitectura sostenible de Barichara, Santander.
La composición arquitectónica, modular, se basa en el juego rítmico de planos opacos y translúcidos. Entre tanto, un gran jardín, donde se sembraron diversas especies nativas del bosque alto andino, es el alma del conjunto. En otras palabras: se trata de un jardín con casas, cualidad que les permite a las construcciones ser receptoras de la naturaleza circundante y del trascurso del tiempo.
Jaime Gutiérrez Lega
Diseñada en la década de 1970, la silla Ovejo es una de las piezas más icónicas y atemporales del diseñador industrial bumangués Jaime Gutiérrez Lega (1932). Su base de madera, pero en especial su asiento en cuero de oveja, la convierten en un objeto que
impacta por su sencillez y efectividad. Es un elemento que invita, de inmediato, a tumbarse y disfrutar sin restricciones.