Arquitectura en comunidad
Fotos: Mateo Pérez. Producción: Ana María Zuluaga / junio 10 - 2014
El conjunto Atalaya muestra una arquitectura arraigada en el modernismo y comprometida con la calidad estética. El sentido de comunidad se percibe en los jardines y las zonas exteriores, a cuyo equipamiento se incorporó un enorme tanque de concreto del antiguo acueducto de la urbanización, hoy en desuso, que se adaptó como salón comunal.
Sus casas, entre 450 y 550 m2, responden a un mismo criterio de distribución en tres pisos, con un nivel adicional a ras del suelo concebido como un espacio independiente para huéspedes, oficina en casa, cuarto de juegos o taller de manualidades.
Pero en su ejecución, cada unidad se adapta a la topografía cambiante del terreno escarpado, a la orientación que determina la geometría del lote y al área particular de cada diseño, así que una misma idea tiene 21 respuestas diferentes.
Al entrar a una de las casas está el nivel de acceso el garaje, zona de servicios y la cocina, y el comedor separado con una chimenea de lámina de acero del estar donde se destaca un ventanal de aproximadamente 6 metros de altura por 6 metros de ancho, abierto hacia la ciudad que se ve al poniente a través de árboles del barrio.
El altillo con el estudio se asoma sobre el estar y comparte la vista y también la luz, que entra por su imponente ventana. Al bajar las escaleras se llega al estar familiar alrededor del cual se encuentran tres alcobas. Arquitectura en comunidad.