5 casas que gracias a su arquitectura y diseño lo harán querer vivir en Medellín
/ marzo 5 - 2020
Un refugio perfecto de acero, concreto y vidrio
Situada a las afueras de Medellín, esta casa se vale de una estructura de acero, muros de bloque de concreto y grandes superficies de vidrio para crear un refugio que captura las visuales del entorno natural. El estudio antioqueño Llano Arquitectos diseñó esta casa campestre en las afueras de Medellín para una joven pareja sin hijos. Ubicada en una pequeña explanada rodeada de bosque nativo, la construcción corona la parte alta de una colina.Su posición en el lote establece una relación directa con los árboles sin sacrificar el acceso de luz solar, mientras la topografía ondulada del lugar y la densidad de la vegetación ocultan la ciudad cercana y las viviendas vecinas.El proyecto es un refugio suburbano, un pabellón que se asienta entre el follaje para mezclarse con é
Paraíso inspirado en un monasterio
Quien habita la morada es una arquitecta apasionada por la construcción. Para el antioqueño Mauricio Zapata,arquitecto diseñador del proyecto, esta situación especial implicó trabajar con ideas claras y serias sobre la vocación del diseño. La casa debía ser un monasterio…, el deseo del cliente y la intención del arquitecto confluyen en este propósito. Una propuesta prudente y mesurada en medio de un bosque nativo.La propietaria selecciona el lote en una parcelación al oriente de la ciudad y hace un primer movimiento de tierra aún sin tener un diseño; una explanación que reproduce la posición de los árboles circundantes en un recorrido paralelo. Esto obliga al proyecto a extenderse, a establecer una relación constante y horizontal con la vegetación: un panorama fundido con el primer plano del paisaje.
Cabañas, nueva tendencia de campo
La cabaña, esa morada solitaria de piedra o madera es el arquetipo de la forma de habitar propia de las montañas boscosas y es, también, el origen conceptual de este proyecto diseñado por Grupo Q, estudio de los arquitectos Camilo Mejía y Luis Javier Porto en Medellín. Luego de vivir por un tiempo en una finca construida años atrás en el lote, el propietario decidió demolerla y edificar una casa a la medida de sus necesidades y las de su familia. Haber ocupado el lugar les permitió a los habitantes y a los arquitectos entender la vocación que el proyecto debería tener hacia el entorno. Como punto de partida, su emplazamiento en el terreno contradice la frecuente estrategia de darle la espalda a la vía de acceso. En este caso, si bien la estructura se retiró de la calle, está orientada con el fin de abrirse hacia una hilera de pinos de gran altura.
Vida doméstica y espacios para cabalgar
Juliana y Sebastián Vallejo, y Luis Ignacio Franco, arquitectos del estudio IM3D Arquitectura-, quienes diseñaron este proyecto ubicado en Llanogrande, a las afueras de Medellín. La pasión de sus habitantes por el adiestramiento clásico de caballos fue el punto de partida para el diseño. Se trata de una casa concebida y cualificada desde las particularidades de la doma de esos animales. Una arquitectura en la que las personas conviven de manera cercana y estrecha con ellos. La solicitud inicial consistía en un picadero de medidas reglamentarias, pesebreras y un pequeño lugar para cambiarse y prepararse antes de montar. Durante el proceso creativo entre clientes y arquitectos, el proyecto evolucionó hasta definirse como una casa integrada a los espacios para los equinos.
Arquitectura no convencional
El ingreso a esta casa no es lineal. Al caminar entre un volumen casi hermético de ladrillo y el verde del alto de Las Palmas, donde está ubicada, se descubre lentamente la propuesta del arquitecto paisa Juan Camilo Llano, realizada en colaboración con los arquitectos Carlos Andrés Holguín –antioqueño– y Juan Manuel Portillo –venezolano–. Huellas de concreto de generosas proporciones guían al visitante por un recorrido en “L”, que en su tramo final transcurre entre un jardín tropical: “No queríamos que la vegetación fuera solamente un elemento decorativo, por eso sembramos de manera aleatoria especies nativas del lugar –como helechos sarros–, así parece que llevaran mucho tiempo en el terreno, no se ven impuestas”, explica Llano. Y para reforzar el uso de este trayecto y desmotivar el acceso a la vivienda a través del garaje, ubicaron en este último una puerta que entrega al sendero verde. Como remate, un cubo de concreto con un gran portón negro da la bienvenida.
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