Arquitectura que contrasta el peso con la ingravidez
Fotografía: Rafaela Netto, cortesía de FGMF Arquitetos / julio 10 - 2017

La pendiente prolongada del terreno de 885 metros cuadrados, que ofrece una vista única sobre una de las principales avenidas de São Paulo, Brasil, fue el punto de partida para los arquitectos brasileros Fernando Forte, Lourenço Gimenes y Rodrigo Marcondes Ferraz, fundadores de la firma FGMF. “Debíamos buscar la manera de utilizar la forma del lote a nuestro favor para crear los espacios de la casa, los flujos de circulación y la zona de ocio”, dicen los arquitectos. Luego de un cuidadoso análisis del terreno y de la organización de la casa –con un área construida de 358 metros cuadrados–, los arquitectos optaron por una propuesta orientada a los niveles. Así, el cuerpo superior contiene el garaje, el acceso, una sala y las habitaciones con sus respectivos baños. Para que la intimidad de este espacio privado no se vea comprometida, tan pronto el visitante ingresa, encuentra una puerta que separa la circulación principal de la escalera de concreto que desciende a la planta inferior escalonada, compuesta por áreas de servicios, cocina gourmet, comedor y un poco más abajo, el salón, completamente abierto a la vista y con salida a la terraza con piscina.
La casa está soportada por un diseño estructural de lógica mixta, en el que un muro de hormigón a la vista, en el lado izquierdo de la vivienda, conecta todos los niveles y organiza la escalera principal. El resto está compuesto por un marco de acero ligero que permite tener generosas zonas acristaladas. “Uno de los enfoques principales era el diseño estructural y el cerramiento: el contraste entre el volumen monolítico y pesado del área privada, y lo ligero y acristalado de la zona social. Nos parecía una típica solución de la arquitectura paulista que se adecuaba a la ubicación y las necesidades del proyecto”. Gracias a los vidrios de piso a techo se diluye la relación entre interior y exterior en la planta inferior, pensada para las actividades sociales. Además, las diferencias en la altura del techo permiten que los distintos ambientes estén separados visualmente uno del otro. “La estética adoptada al trabajar los interiores también fue muy importante. La casa, con un diseño esencialmente brasileño-moderno, tenía un fuerte énfasis en el contraste entre sólidos y vacíos, peso e ingravidez, pero también era primordial para nosotros la búsqueda de un mobiliario que respetara el pasado paulista moderno, manteniendo un acercamiento más contemporáneo a la lógica del diseño”.
Para lo último, los arquitectos de FGMF recurrieron a piezas icónicas como la Molded Plywood Chair, de Charles y Ray Eames y la poltrona Womb, del arquitecto estadounidense de origen finlandés Eero Saarinen; también a las propuestas brasileñas contemporáneas de Jader Almeida, Marcus Silveira, Felipe Protti, Natasha Schlobach y Estudiobola. La espacialidad, casi minimalista, está definida por los paneles de vidrio, el revestimiento oscuro del bloque superior y el hormigón de paredes y pisos, todo esto en constante diálogo con la elección de mobiliario de tonos neutros. El toque final de esta vivienda es la gran lámpara que cuelga del techo de doble altura del comedor, lo que permite que las personas la aprecien desde varios ángulos –incluso desde el nivel de las habitaciones–. Compuesta por 36 piezas individuales y diseñada por FGMF Arquitetos junto a Estúdio Prole, esta pieza “funciona como un elemento que integra y vincula todos los niveles de la casa”. Esta propuesta arquitectónica aprovecha las bondades de un terreno inclinado –con una destacada vista– para, por medio de su estructura, diluir la relación entre interior y exterior.