Arquitectura reflejada
Fotografía: cortesía COS y Phillip K. Smith III Texto: Rodrigo Orrantia / mayo 23 - 2018
Famoso por sus esculturas de materiales reflectantes, el estadounidense Phillip K. Smith III presentó su más reciente trabajo, titulado “Cielo abierto”, en el Palazzo Isimbardi de Milán, Italia. La obra fue comisionada por la marca de moda COS dentro del marco del Salone del Mobile 2018. El artista, basado en Palm Springs, es reconocido por sus instalaciones de gran escala, que reflejan el espacio que las rodea para inspirar a los espectadores a reconsiderar su entorno. Smith III desafía a las personas a reducir la velocidad para alinearse con su trabajo, y así lograr ver y entender la belleza del lugar que está frente a ellas.
“Fue emocionante trabajar con la firma COS con una comisión tan abierta dentro del inspirador paisaje arquitectónico de Milán. Las condiciones específicas del Palazzo Isimbardi me brindaron la oportunidad de replantear la arquitectura histórica y de combinarla con la envolvente belleza del cielo milanés. Si bien la instalación ciertamente crea una experiencia grupal, cada quien deja el Palazzo con una vivencia única dependiendo de la hora del día y las particularidades del clima en ese momento. Cada participante tiene el control de cómo el cielo y la arquitectura se funden en la superficie de casi 14 metros de diámetro”.
Entre sus obras más famosas se encuentran “1/4 Mile Arc”, en Laguna Beach, California; “Reflection Field”, una instalación especial para el festival musical Coachella; y “Lucid Stead”, una de sus piezas más conocidas en el desierto Joshua Tree, también en California. En “1/4 Mile Arc”, Smith III emplazó una serie de postes de acero terminados con espejo, siguiendo el contorno de la playa. La distancia entre cada uno es suficiente para permitir la circulación de las personas, pero se convierte en una superficie continua desde ciertos ángulos. Además, reflejan la luz y el color que viene del mar.
“Reflection Field” tiene un efecto similar, donde los grandes volúmenes construyen un laberinto para los asistentes al festival musical Coachella. Y por último está “Lucid Stead” (El lugar de la lucidez), donde intervino una cabaña abandonada en medio del desierto, remplazando parte de la madera de las paredes exteriores y el espacio de puertas y ventanas con espejos metálicos. Durante el día la casa parece desaparecer, fusionándose con el paisaje. De noche, un sistema de iluminación led la hace sobresalir. Para el artista, su trabajo entabla un diálogo con el entorno, no solo con el natural y el arquitectónico, sino también con el tiempo y los elementos, el movimiento del sol y la calma de la noche. “El centro de mi obra es la idea del cambio. Quiero que los espectadores se detengan para que así realmente vean y sientan”.