Una casa de estructura geométrica y líneas austeras enclavada en los cerros orientales de Medellín
Fotos: Carlos Tobón. Producción: María Mercedes Gutiérrez / junio 11 - 2014
Una estructura de concreto afirmada en gruesos pilotes hincados en el cerro le da estabilidad y solidez a la casa desarrollada en niveles que se adaptan a la inclinación de la pendiente del terreno de 1.786 m2.
El diseño de circulaciones permite dos modalidades de uso de los espacios: una privada, que se inicia en el garaje y la zona de servicios, sube al nivel de las alcobas y el estudio, o desciende medio piso a la cocina y el comedor, y termina en la sala, un espacio impresionante de 6,4 metros de altura con salida al jardín y vista a la ciudad.
La forma social empieza en la puerta principal, que da entrada a un vestíbulo abierto al patio interior y que forma la separación del volumen de la escalera con el de la casa. En el interior se aprecian nichos de luz tallados en los muros y detalles de ornamentación metálica, lámparas y accesorios elaborados en el taller de los arquitectos.
La cocina se anima con el contraste del rojo coral y el acero inoxidable de la campana extractora.
Frente al mesón de Corian se destacan los butacos de BoConcept. En el comedor, que tiene como fondo un muro rojo coral, cuelga una lámpara Nur de Ernesto Gismondi para Artemide. En la alcoba la cama es de Perceptual, y el mueble dilatado del piso, del Taller de Maderas. En la sala, de 6,4 metros de altura, predomina el estilo de los muebles originales escandinavos sobre un tapete de Acento-Fantasy.