Ocobos de Flor Morado es una especie nativa de Centro y Sur América, utilizada con frecuencia en parques tropicales por su belleza y florescencia. Y es también la especie que inspiró el diseño de esta casa en Anapoima (Cundinamarca), pues está presente tanto en el terreno como en el río que bordea el predio.
“En esta construcción los árboles nativos no solo se respetaron, sino que se convirtieron en parte integral de la composición arquitectónica”, comenta el arquitecto David Macías, autor del proyecto.
El lote, alargado y ligeramente inclinado, influyó en la implantación: la casa se caracteriza por su forma rectangular, que se extiende en un solo nivel y cuyos espacios se disponen hacia fuera con la intención de integrarse al paisaje existente.
Esto, además, tuvo varias implicaciones: “En primer lugar, la arquitectura es austera respecto al uso de materiales vistosos o la creación de elementos disruptivos; y, en segundo, los cerramientos son escasos para que la conexión visual y espacial con el entorno no solo se mantenga, sino se potencie”, señala.
Sobre el diseño de la casa
En cuanto al diseño, este es un volumen horizontal y ortogonal, intersecado a nivel del acceso principal mediante un muro perpendicular horadado en uno de sus extremos por un vano circular que enmarca la vegetación del lugar —Ocobos y demás especies nativas—.
“Esta articulación entre el volumen horizontal y el plano vertical genera una serie de relaciones visuales que se perciben especialmente en la zona social, cuya altura libre es mayor a la del resto de la casa y donde los aleros de las circulaciones perimetrales y cubiertas se traslapan para iluminarla cenital e indirectamente”, agrega.
Junto a la zona social se encuentra una escalera que sube hasta la cubierta de la casa, la cual fue diseñada con el propósito de servir como mirador. Este es un lugar aislado destinado a la contemplación, gracias a que desde allí es posible admirar de la silueta montañosa de la Cordillera Oriental.
La horizontalidad del lote permitió que, a través del diseño arquitectónico, se creara una fachada desnuda y una enorme terraza vinculada con el área social. Y al final, una piscina con reboce contenida en medio de un jacuzzi y un gazebo; una gran lámina de agua que duplica los haces de luz y el paisaje natural que conviven con esta casa.
Que casa más espectacular y sencilla. Me gusto mucho leer el artículo. En qué número se encuentra publicada? Saldrá en febrero? Deseo adquirir la revista de esta publicación. Gracias
Preciosa! Me encantó lo abierta que es y la idea de respetar los arboles existentes.
Interesado en el proyecto