Los cinco palacios más importantes de la reina Isabel II
Mateo Arias Ortiz. Editor digital de revista AXXIS / septiembre 9 - 2022
Con la muerte de la máxima monarca del Reino Unido se ha vuelto a hablar de su legado. También de las curiosidades y excentricidades que rodeaban su figura. Muchos se preguntan nuevamente por detalles de su vida privada, por ejemplo, cuáles han sido las casas de la reina Isabel II.
Y no es para menos, pues su existencia como reiteración del poder de la monarquía inglesa y su incidencia en la vida de la gente. La longevidad de su reinado (70 años) hizo que estuviera presente en varios momentos históricos. Fue testigo de la transformación del mundo durante buena parte del siglo XX y lo que va del XXI.
Además, realmente hay más de un dato curioso sobre la Reina que vale la pena conocer. Por ejemplo que su coronación fue la primera en ser televisada o que podía viajar sin pasaporte a todas partes del mundo.
Si le interesa saber otros datos curiosos sobre la monarca inglesa, le recomendamos hacer clic aquí para leer una nota de la revista Diners que recopila esta información. Pero, por nuestra parte, le queremos contar sobre cinco de las muchas propiedades que le pertenecían a la reina y que son sinónimos de lujo y elegancia.
1. Palacio de Buckingham
Es uno de los edificios más icónicos de Londres. Era la residencia oficial de la reina Isabel y de hecho ha sido la casa de los reyes de Inglaterra desde 1837, cuando la reina Victoria decidió que toda la corte se mudaría a ese edificio.
Este palacio está abierto para que el público lo visite durante la mayoría de meses del año y es allí donde se celebra a diario el cambio de guardia, que resulta un espectáculo para el turismo.
El núcleo original del Palacio fue construido en 1703 por John Sheffield, el I duque de Buckingham y Normamby, quien le encargó el diseño al arquitecto William Winde. En el presente tiene 775 habitaciones y 78 baños.
2. El castillo de Windsor
De las casas de la reina Isabel II, esta es una de las más famosas. Algunos arquitectos consideran Windsor como el castillo más grande del mundo: ocupa unas cinco hectáreas. Sus dimensiones se pueden apreciar muy bien en esta vista aérea.
Está ubicado 34 kilómetros al occidente de Londres y comenzó a construirse en el año 1066 por órdenes de Guillermo I el Conquistador, así que lleva casi mil años desarrollándose para convertirse en lo que hoy se puede apreciar.
Por estar cerca de la capital inglesa, la reina lo solía frecuentar en los fines de semana y en las vacaciones.
3. Palacio de Kensington
Este palacio es conocido por ser el refugio en el que se instaló Diana de Gales cuando se separó del príncipe Carlos, quien hoy hereda la corona. Esta es otra de las casas de la reina Isabel que está cerca de Buckingham, pues está ubicada en el centro de Londres.
Kensington fue remodelado recientemente y su reforma, según Divinity, le costó a la Corona unos 14 millones de euros. Es allí donde viven los duques de Cambridge actualmente, pero varias personalidades de la corte. Fue construido hace 320 años y queda en el municipio de Kensington y Chelsea.
4. Clarence House
Esta residencia es la que Carlos y Camila Parker-Bowles van a dejar tras la muerte de la Reina, pues allí vivía la pareja que se mudará a Buckingham a asumir el reinado de Inglaterra.
También está en el centro de Londres, más exactamente en el Mall, que es la calle que conecta Buckingham con la célebre plaza de Trafalgar. Está en la lista que clasifica los monumentos de Londres y fue construida entre 1825 y 1827 con el diseño del arquitecto John Nash por encargo del duque de Clarence.
En los últimos 20 años fue remodelada y su rediseño estuvo a cargo del decorador de interiores Robert Kime.
5. Palacio de Balmoral
Está ubicado en Aberdeenshire, Escocia. De todas las casas de la reina Isabel II, esta era su favorita para pasar el verano y fue, de hecho, la que la vio morir el 8 de septiembre. La reina disfrutaba tanto pasar ahí el verano que cerraba las visitas del público durante esa estación del año.
Este palacio pertenecía a la monarquía escocesa desde el siglo XIV, pero en 1848 la reina Victoria pasó allí el verano y decidió comprar el lugar. De ahí en adelante empezó a ampliarlo y reformarlo. Hoy la propiedad tiene 260 kilómetros cuadrados.