Cuatro grandes casas en Medellín que se relacionan con su entorno
Revista AXXIS / agosto 11 - 2023

Gran parte de las casas que se hace en Colombia está condicionada directamente por la geografía. Los Andes son un determinante fundamental para la manera en la que construimos, desde el movimiento de tierra para crear pequeñas planicies hasta las arquitecturas escalonadas que aparecen sobre ellas.
La arquitectura puede ser una propuesta consciente y respetuosa del contexto —bien sea natural o urbano—, en la medida en que sus componentes procuren ser uno con el entorno, en vez de implantarse sin ninguna consideración sobre el paisaje que la rodea.
Conozca cuatro casas en las inmediaciones de Medellín en las que su diseño es el reflejo de una arquitectura consciente que entabla un diálogo abierto con la naturaleza.
1. Una casa abierta al paisaje
Los arquitectos del estudio de arquitectura antioqueño Cinco Sólidos buscaron que los volúmenes que integran esta casa estuvieran orientados hacia el paisaje, haciendo que las visuales constituyeran un vínculo entre la naturaleza y el observador.

En ese sentido, cabe señalar que la casa está compuesta por dos volúmenes relacionados entre sí y, a la vez, con el entorno. Dicho diálogo es diferente en cada caso, pues el primer cuerpo, que corresponde al área social, se conecta con el paisaje a través de grandes ventanales piso-techo que lo enmarcan y que permiten que este se admire a la distancia, como la escena de una película o un cuadro.

El segundo es distinto: el vínculo con la naturaleza se manifiesta por la presencia de abundante vegetación, que se encuentra muy cerca —en comparación con la zona social— para resguardar la intimidad de las habitaciones y demás espacios de carácter personal.

Texto: María Juanita Becerra. Lea el artículo completo aquí.
2. Una casa que aprovecha la tecnología
Esta casa, diseñada y construida por la firma OA+, es la expresión arquitectónica del estilo de vida de una familia integrada por seis personas: madre, padre y cuatro hijos. Desde un comienzo, los arquitectos apostaron por una distribución eficiente y ajustada a las demandas de los dueños, en razón de que los espacios tenían que ser suficientes y responder a las necesidades de la familia.

La vivienda consta de dos volúmenes geométricos dispuestos en L y revestidos por listones de madera ipé —una variedad altamente resistente a la intemperie— y módulos flotantes de Neolith —material que emula el proceso de formación de las piedras y cuyas propiedades son resistencia, durabilidad y aspecto similar al natural—.

También se instalaron paneles solares para la generación de energía, controlados de manera inteligente mediante un sistema domótico. Así mismo, la iluminación está conectada con los celulares de los dueños para que estos, desde su teléfono móvil, puedan controlarla según sus necesidades.

Desde la fachada principal, la casa se lee como una pieza compuesta por diversos elementos materiales y formales. Esta diferencia se advierte no solo por la materialidad, sino por cómo diseñan algunos módulos, revelando su importancia dentro de la composición. Por su parte, la cara interior se percibe más amplia por sus generosos ventanales, abriéndose hacia la zona húmeda y el gimnasio.

Texto: María Juanita Becerra. Lea el artículo completo aquí.
3. Casa con terrazas y jardines
Esta casa, de 670 metros cuadrados, ubicada en el perímetro urbano de Medellín, se diseñó en función de la topografía montañosa del lote que ocupa, para así distribuir los espacios privados y sociales en una secuencia de niveles.

Inicialmente, el proyecto estuvo a cargo del arquitecto antioqueño Simón Laverde, que propuso el esquema de organización espacial. Posteriormente, la firma local Del Valle Studio, dirigida por el diseñador industrial David del Valle, se encargó de formalizar la arquitectura de la casa, así como del diseño interior.

El ingreso está definido por una serie de transparencias que conducen la mirada hacia el paisaje distante. La puerta principal de vidrio, enfrentada a un patio interior delimitado parcialmente por vidrieras, traza un recorrido que remata en un mirador semiexterior, amenizado por un estanque para bañarse.

Por su parte, el salón y el comedor se abren directamente hacia un jardín, mientras los dormitorios se desvinculan de zonas exteriores para garantizar su privacidad. Las fachadas del área social y la alcoba principal están hechas en vidrio a tope —no tienen perfiles— para gozar de una vista de la ciudad sin obstrucciones.

Texto: Rodrigo Toledo. Lea el artículo completo aquí.
4. La casa con volúmenes fragmentados
Esta residencia, ubicada en el sector de Las Palmas, a las afueras de Medellín, la diseñó el estudio antioqueño Plan B como una serie de volúmenes fragmentados conectados por un corredor central, donde cada uno de ellos alberga un ambiente de la vivienda. El proyecto reflexiona sobre las relaciones operativas que existen entre sus espacios en forma atípica.

En esta obra, la estrategia de fragmentación de la planta no solamente permite entender la casa como un sistema de piezas, donde se pueden sumar o quitar componentes, sino que además establece una manera de responder a la topografía del lugar sin hacer grandes movimientos de tierra.

La selección de materiales se limitó al concreto a la vista fundido en sitio, piedra pizarra negra y láminas de acero, también negras. Esta paleta produce una expresión monocromática que destaca la geometría de los volúmenes y que muestra distintos niveles de rugosidad, desde la piedra irregular, pasando por la porosidad del hormigón, hasta las láminas lisas.

Texto: Rodrigo Toledo. Lea el artículo completo aquí.