Un pequeño ensayo sobre la cocina, el corazón de casa
Rodrigo Toledo, arquitecto y profesor asistente de la Universidad Pontificia Bolivariana / agosto 30 - 2023

En una casa se descansa y se alivian nuestras necesidades más básicas. Así, cocinar los alimentos para consumirlos es, en gran medida, uno de los principios elementales del hogar, palabra que se deriva de la hoguera, de la fogata. La chimenea y la cocina están emparentadas por el fuego.
El acto de refugiarse está íntimamente vinculado con la capacidad de producir calor para calentarse y cocinar la comida. Por tal motivo, este ambiente ha sido, a lo largo de los siglos, el corazón de la vida doméstica, pero su configuración espacial y su posición dentro de la vivienda han cambiado con el tiempo.

Lo que antes se escondía, hoy se desnuda; pasamos de espacios cerrados, vistos simplemente como un área de servicio, a su actual apertura e integración con las estancias sociales. Esto, en parte, tiene relación con la evolución de la gastronomía en la vida cotidiana y con los desarrollos tecnológicos al cocinar.
Desde la década de los cincuenta hasta nuestros días, los electrodomésticos han pasado de ser simples máquinas utilitarias a objetos de diseño, dignos de ser expuestos. Por otro lado, los ritos sociales en torno a la preparación de la comida también han cambiado. Si antes cocinar era una tarea servil, ahora es un motivo para el encuentro social y el disfrute.
La reinterpretación de la cocina
Todo esto conduce a la relevancia de la cocina tanto en su diseño como en sus acabados, lo que ha traído como consecuencia el desarrollo de elementos de carpintería específicos, que van desde herrajes y bisagras hasta sistemas de cajones dobles para potenciar la capacidad de almacenamiento y el orden de los accesorios.

Últimamente, hemos visto un auge en mesones de materiales sinterizados que simulan piedras naturales pero que resisten más el deterioro; incluso algunos soportan el uso directo de cuchillos para facilitar las tareas.
Al estar integradas a los salones y comedores, las cocinas hoy se diseñan para que coexistan con estos ambientes, teniendo en cuenta requerimientos especiales, asociados con la manipulación de los alimentos.
Lo anterior implica, por ejemplo, la continuidad de los pisos, donde las baldosas que se utilizan para la cocina se pueden extender a otros espacios, así como también la implementación de estanterías y alacenas ocultas que, al cerrarse, se mimetizan con los muros, creando una imagen limpia y ordenada, o el uso de colores disruptivos en las paredes, aprovechando las pinturas diseñadas para soportar factores como la humedad o el vapor.

Espectacular el diseño de la cocina Arklavijo. Diseño limpio, amplio, funcional, elegante y sobrio. Contrastes de mucha luminosidad versus los colores de todos los materiale utilizados.