Colectivo 720, una firma de arquitectura colombiana con un estilo sinigual
Daniel Zamora / diciembre 29 - 2021
“Somos radicalmente opuestos”, dice Mario Camargo al hablar de Luis Tombé, su amigo y socio con el que creó Colectivo 720, en 2011. Se conocieron en la Universidad del Valle, donde estudiaron Arquitectura. “Muchas veces nos preguntan cómo hacemos para trabajar si somos tan distintos. El común denominador es la arquitectura. Nuestros proyectos no presentaban similitudes y, por eso, podíamos generar una discusión; así convertimos las diferencias en un potencial y no en un problema”, aclara Camargo.
Crearon un sistema con criterios para tomar una u otra decisión en función de lo que requiere cada proyecto, de manera que las apreciaciones personales pasaron a un segundo plano. “Cuando alcanzamos discusiones que tienen que ver más con el gusto, pero no hay un argumento para decir que algo es mejor que lo otro, ahí llegamos a un consenso con el equipo”, explica Camargo. Este par de caleños ha logrado tal nivel de sinergia laboral que entienden cuándo uno de ellos tendrá más afinidad con un encargo. Le sucedió a Luis Tombé al realizar Colonia Infancia, una instalación temporal en el Museo La Tertulia que quería acercar la cultura a los niños de Cali. Por ese entonces la hija de Mario cumplía cuatro años y “en ese punto tenía mucha sensibilidad con el tema de la primera infancia y Luis me dijo: ‘creo que ese es para vos, es tu momento porque estás con Manuela, con la sensibilidad a flor de piel’. Así lo hicimos y fue muy enriquecedor profesionalmente”.
La labor en equipo ha sido su secreto. Esa confluencia se ve en una de sus obras más importantes: la Cinemateca Distrital de Bogotá. Camargo cuenta que Luis coordinó al principio la iniciativa y el concurso, luego entró él y se complementaron algunas visiones. Aquí se reunieron las intenciones que el colectivo trabajaba, como el hecho de que el espacio público se vuelva parte del proyecto arquitectónico.
“Eso en Colombia se hereda con la arquitectura de Rogelio Salmona, que uno entra a un patio y sigue estando fuera del edificio; esa sensación de ambigüedad es algo que tratamos de reinterpretar: ¿cómo estar adentro y afuera al mismo tiempo? Por ejemplo, el paso transversal de la Cinemateca es público, pero estás bajo su techo –describe Camargo–. Hicimos un modelo torre-plataforma, utilizado en el movimiento moderno, con un zócalo que asume la forma del predio. A una base pétrea, robusta, maciza, se superpusieron dos estructuras metálicas para grandes luces”, añade.
Para la realización de este proyecto, que resumen como el final de una etapa de Colectivo 720 –pues ahora Camargo está más interesado en escalas pequeñas y Tombé explora la arquitectura del paisaje–, hubo un importante trabajo interdisciplinario con expertos en acústica, iluminación y conservación de patrimonio del archivo fílmico –de la mano de Idartes–, lo que derivó en un espacio que el ciudadano común siente suyo. “En la presentación que hago tengo cuatro diapositivas con 60 fotos tomadas de redes sociales, de gente que etiqueta a la Cinemateca; son imágenes espontáneas y me enorgullece ver que el proyecto se vive, que permanece, que se siente bien estando ahí, que representa un cambio. Es lo que más nos interesa”, concluye Camargo.