De concreto, madera y mármol es esta casa de descanso en los llanos orientales
fotografía: Iván ortiz. Producción: Gabriela Sánchez. Texto: Gabriel Hernández. / abril 18 - 2015
La primera imagen de esta casa, diseñada por Iván Alberto Pérez Gómez y ejecutada por MC Construcciones Ltda., es un recio muro de concreto de unos ocho metros de alto por 24 metros de largo, que articula una serie de volúmenes en los que se distribuye el programa arquitectónico.
Inicialmente, la casa está pensada para crear un sitio de recreo y descanso para las vacaciones y los fines de semana, aunque tiene toda la dotación y el confort necesarios para convertirse en residencia permanente de los propietarios.
El acceso tiene lugar entre dos altos muros que configuran, prácticamente, una calle interior cubierta con una marquesina de vidrio y confinada por dos enormes puertas pivotantes, una de madera y otra de vidrio que extiende la vista a un caño –como se denominan los lagos que aparecen en la llanura– bordeado por un suntuoso morichal.
En medio del muro de concreto, un imponente umbral marca el acceso a la zona social bajo una cubierta que deja a la vista su estructura de varas de teca con un alistado de tablones de sapán, sobre un piso de mármol Royal veta en losas de gran formato. Las cubiertas inclinadas, terminadas en teja española, alternan con tramos planos de concreto que crean nichos y aleros que le dan variedad al diseño interior.
Ambientada por la madera de la cubierta, la zona social comparte un mismo espacio; sin embargo, cada función está demarcada por elementos de arquitectura interior como el conjunto de muros y el mesón blanco, los cuales delimitan la cocina, y la pared de tapia entre la sala y el comedor, que incluye un montaje giratorio para la pantalla de video. Puertas correderas de vidrio abren la vista y el acceso al deck de madera, la piscina enchapada en cerámica azul y el lago.
El toque tradicional de un quiosco con cubierta de palma complementa el espacio de la zona social con un sitio que permite disfrutar el paisaje y la actividad de la piscina a la sombra con relajada informalidad.
Paralela al muro de concreto, una pared blanca señala la entrada al ala privada, que tiene su punto de encuentro en el estar familiar bajo una cubierta plana de concreto a la vista que funciona como ambiente múltiple, donde es posible ver televisión, estudiar o divertirse con juegos de salón. Una gama de tonos naturales en la que predominan el mármol, la madera y el concreto, complementados con superficies blancas y lencería de lino, viste las alcobas –las de huéspedes con cubierta de concreto a la vista y la principal con una de madera que permite disponer de doble altura–.
Con el fin de manejar las proporciones de la alcoba de los propietarios, la arquitecta Paula Galarza, encargada del interiorismo, dispuso un muro dilatado recubierto en un papel tapiz estampado, de Denise Webb, como fondo del cabecero de lino de la cama. En el baño principal los enchapes a media altura y un muro suelto –que separa el vestier con piso de mármol del área húmeda de madera– son recursos que armonizan la escala de un espacio que se destaca por su amplitud.
En esta casa campestre los trazos de una arquitectura de contornos impactantes y un interiorismo imaginativo y práctico crean un conjunto de experiencias afín con el esplendor natural de los llanos. Casas de descanso en concreto, madera y con un increible paisaje.
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