Arquitectura

Así es nuevo Santuario del Señor de Tula, México

Camilo Garavito / 
diciembre 20 - 2022
Así es nuevo Santuario del Señor de Tula, México
Bóvedas de ladrillo dan resguardo en el nuevo Santuario del Señor de Tula, en México, luego de que un terremoto destruyera la estructura original.

En la población de Jojutla, al sur de Cuernavaca, México, el terremoto del 19 de septiembre de 2017 dejó más de 2600 viviendas destruidas. Casi todas sus infraestructuras públicas, como colegios, plazas y la iglesia central, convertidas en ruinas. 

Parte de la estrategia de atención al desastre que implementó la ciudad fue la de reconstruir de manera prioritaria la infraestructura pública. Esta generaba la oportunidad a las víctimas del terremoto de acceder a espacios de congregación, reunión y apoyo. Los que podrían ser esenciales para la recuperación del tejido social.

En medio de este contexto se designó un equipo conformado por los arquitectos de Dellekamp/Schleich, en conjunto con AGENdA Agencia de Arquitectura, de Colombia, para diseñar el nuevo Santuario del Señor de Tula, un centro de culto patrimonial con más de cinco siglos de historia. 

Santuario del Señor de Tula

La construcción del nuevo santuario

“La capilla que se destruyó en el terremoto, construida en la década de 1990, era un edificio completamente cerrado a su entorno –recuerdan los arquitectos–. El constructor designado para realizar el nuevo santuario tenía amplia experiencia en puentes. Por otro lado, la población contaba con una tradición importante en cuanto al uso del ladrillo en edificaciones”.  Con estos elementos sobre la mesa, y una premura de tiempo, el equipo de diseño comenzó a trabajar. 

“La estructura se resolvió a partir de un arco de concreto a cada lado, que se apoya solo en las esquinas”. Esta solución, cuya idea surge de la experiencia previa en puentes ofrecida por el constructor, permite el paso del aire y la entrada de luz natural al interior del espacio. 

La estrategia funciona también en términos de sostenibilidad, pues disminuye la necesidad de sistemas mecánicos de climatización y el consumo excesivo de energía en iluminación artificial. “Al interior de los arcos, la cubierta se compone de bóvedas de ladrillo, soportadas por la estructura de concreto vaciado en sitio”. 

La traba del ladrillo se modifica en el centro de cada bóveda, cambiando su dirección. Un ejercicio que simplificó el proceso constructivo de esta parte y, a la vez, permitió marcar gráficamente el eje central del edificio. Finalmente, la planta es definida desde la tipología clásica de la basílica en cruz, reinterpretada mediante un planteamiento innovador en términos espaciales.  

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