El Freehand de Nueva York fue diseñado sobre el otrora famoso hotel George Washington, originalmente construido en 1928. A través de un convenio con una de las escuelas de arte locales, la firma de interiores norteamericana Roman y Williams creó una verdadera instalación, al mezclar elementos del edificio anterior con mobiliario contemporáneo y piezas de arte y diseño concebidas por los estudiantes.
El espíritu del hotel celebra el pasado artístico y bohemio del edificio, y la zona en la que se encuentra también hace referencia a las tradiciones del diseño en Norteamérica, especialmente al trabajo de madera en muebles y acabados. Su última aventura fue abrir una estación de podcasts en el establecimiento, donde los huéspedes pueden oír programas sobre la historia local, combinados con música y las más recientes noticias y eventos culturales. El nombre de la estación es Smile (sonrisa) y promete a los visitantes salir revitalizados y sonrientes.