Conozca la casa que está diseñada para usar los cambios climáticos a su favor
Fotografía: Maíra Acayaba, cortesía Martins Lucena Arquitetos / febrero 21 - 2019
La firma Martins Lucena Arquitetos, fundada en 2009 por los arquitectos Kleimer Martins y Márcio Lucena –ambos graduados en Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Federal de Paraíba, Brasil, en 2006–, estuvo a cargo del diseño de esta vivienda familiar de 420 metros cuadrados, en un condominio residencial de la ciudad de Natal, al noreste de Brasil.
Su diseño, pensado para una pareja joven con dos hijos, partió de la intención de crear ambientes amplios y abiertos, que promovieran el diálogo entre exterior e interior. La propuesta, con un lenguaje arquitectónico limpio y depurado, que contempla y se adapta a las condiciones bioclimáticas, sobresale por la integración de áreas y la constante relación tanto espacial como visual entre ellas.
Los diferentes ambientes están distribuidos en tres pisos, que desde la fachada se perciben como dos grandes volúmenes, ya que el sótano está disimulado por un desnivel en el terreno. En la planta baja están la cocina, una habitación para huéspedes y el área social, concebida para lograr una conexión continua entre los ambientes y cumplir cómodamente la tarea de entretener a familia y amigos.
“La elevación de la planta baja desde el nivel de la acera muestra que la vivienda está rodeada de suaves pendientes, resultado de un paisajismo en el que sus elementos contribuyen a la mitigación del clima y armonizan con el diseño”, afirman los arquitectos.
Con el objetivo de dar comodidad al usuario, el garaje, situado en el semisótano, genera dos accesos a la casa: uno a través del área de servicio, también ubicada en este nivel, y otro por la entrada principal de la planta baja. El último piso es un lugar íntimo que alberga tres habitaciones –cada una con baño privado–, conectadas por un espacio libre que contiene una biblioteca –requisito del propietario.
Vientos favorables
Debido a que el lote está en una esquina, paralelo a un muro de limitación, los arquitectos buscaron la manera de optimizar la ventilación proveniente, principalmente, del sureste. Así, las ventanas están orientadas al este y al sur de la estructura. Las grandes aperturas al sureste de la fachada capturan la ventilación típica de la región, mientras que los aleros de las terrazas protegen los espacios internos de la luz solar directa.
Asimismo, la doble pared en la cara norte de la vivienda y los protectores solares en el lado oeste contribuyen a mitigar la carga térmica para proporcionar mayor confort a los residentes. La interacción de las formas geométricas de los volúmenes da lugar a grandes oscilaciones, que proporcionan áreas sombreadas y permeadas por la ventilación que fluye a través de los marcos de aluminio, vidrio y madera.
“El sistema estructural adoptado consiste en pilares, losas y muros de concreto que modelan y alinean las áreas. La elección del concreto reforzado, que nos dio mayor libertad plástica, permitió la lectura de los pisos como volúmenes separados, garantizando la fluidez de los espacios internos y grandes vanos”, explican los arquitectos.
A su vez, la zona social tiene un marco de metal con secciones de acero para darle un aspecto más ligero y elegante. Por último, la escalera que conduce a la planta superior también está construida con perfiles metálicos para tener una estructura ligera con solo dos puntos de apoyo.
El empleo de materiales como la madera y las baldosas hidráulicas –estas últimas conforman el gran panel de la fachada oeste– y el uso de piedras típicas en la pared de revestimiento del área social favorecen el diálogo entre el lenguaje contemporáneo y el regional. De esta manera, la firma Martins Lucena Arquitetos presenta una propuesta donde las interacciones de sus habitantes y el generar un clima interior confortable a partir del viento son sus principales pilares.