Un refugio de ensueño incrustado entre abundante vegetación y piedras
Fuente: v2com. Fotogrfía: Stéphane Groleau / mayo 11 - 2018
El concepto para la ubicación y construcción del lugar, un sitio registrado del patrimonio cultural de Quebec, Canadá, se basa en los elementos característicos del paisaje circundante: el río, puentes, bosques y edificios de piedra. Los arquitectos optaron por un enfoque Land Art, centrándose en entornos naturales y materiales. El objetivo era hacer que el nuevo edificio fuera lo más discreto posible y mostrar las características paisajísticas y patrimoniales más interesantes del sitio.
El pabellón resultante aprovecha la pendiente del sitio: el edificio se «funde» en él, lo que minimiza su impacto visual en el sitio y permite el acceso universal. Stone (piedra) es la fuente de inspiración dominante del proyecto. Se encuentra en el sitio en todas sus formas: como un muro de contención, amontonado en la orilla del río, y tallado para su uso en el exterior del molino. Esta materia prima natural aparece en el nuevo pabellón como una pared de gaviones. Mientras tanto, el techo verde del edificio sugiere un estrato expuesto de la tierra subyacente y enfatiza la idea de una arquitectura centrada en el paisaje borrando todas las referencias a los edificios. Los espacios interiores están organizados longitudinalmente, siguiendo la línea del techo.
Como la puerta de entrada al sitio histórico Seigneurie, el nuevo pabellón se utiliza para dar la bienvenida a los visitantes y controlar el acceso al sitio, al tiempo que ofrece a los visitantes una visión general de las diferentes formas de explorar el sitio. El primer volumen, en madera y piedra, se usa para servicios, mientras que el segundo volumen, terminado en vidrio, se abre sobre el paisaje y proporciona un «marco» para observar el molino y sus actividades. La brecha entre los dos volúmenes proporciona una vista del lado del río del paisaje. En el lado de la calle, el muro de gaviones guía a los peatones hacia la entrada, que se caracteriza por una ventana panorámica y un delgado toldo unido al edificio. El toldo proporciona refugio para actividades guiadas o contemplación; también está diseñado para guiar al visitante hacia la pasarela de madera que conduce a la casa solariega.
Al minimizar el impacto ambiental y visual del pabellón, los arquitectos mostraron un alto grado de sensibilidad al rico entorno natural. Además del desafío de la integración con el entorno, también era necesario abordar la aceptabilidad social del proyecto: un desafío que se logró con éxito gracias a un cliente activamente involucrado, abierto a nuevas ideas y apasionado por la Seigneurie des Aulnaies.
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