Espacios comerciales y residenciales llenos de bienestar y felicidad: la tendencia de este año
Rodrigo Toledo / febrero 28 - 2022

Es claro que el mundo cambió luego de estos años de confinamiento. Las lecciones que aprendimos en este periodo llegaron para quedarse. “La mayoría de las tendencias que surgieron durante la pandemia se mantienen a futuro, sobre todo las que implican o se relacionan con el bienestar y la curación, elementos que adquieren un significado más allá de la aptitud física y se mueven hacia múltiples facetas de la vida”, explica Blanca Hernández, experta en tendencias de la compañía WGSN. El bienestar, la felicidad, la salud, el ser humano en todas sus dimensiones como centro del diseño. “Dentro de las principales podemos ver piezas y decoraciones que mejoran el estado de ánimo, en especial por medio de combinaciones de colores llamativos. En 2022 el color conquistará los espacios interiores con una sofisticación tenue mientras se prioriza una sensación de tranquilidad”.

Esta búsqueda del bienestar deviene también en un ejercicio de carácter más lúdico y divertido a la hora de diseñar. “El interés de los consumidores por los interiores nostálgicos y reconfortantes solo aumentará hacia 2022. Las influencias retro, fuera de lo moderno y vintage, siguen siendo clave, con un enfoque en la curación, la conservación y el gusto personal. Las formas redondas y curvas seguirán siendo una
tendencia altamente comercial con aplicaciones adecuadas para todos los muebles y productos de iluminación”, afirma Hernández.

El diseñador antioqueño David del Valle coincide con este planteamiento y considera que “la estética se vuelve menos rígida y más experimental para responder a un mundo más flexible y digital. La relación con los objetos digitales se hace más presente, y el diseño cada vez explora formas y opciones distintas de lo tradicional. Un sofá, por ejemplo, que puede emular la estética de unas burbujas de jabón, resulta muy atractivo e interesante sin ceñirse 100 % a los estándares clásicos de la ergonomía”.

Lo digital aparece no solo como herramienta para explorar y salirse de los cánones tradicionales. “El aspecto digital también llega con relevancia, principalmente para la iluminación y lámparas con acabados metálicos. Asimismo, los efectos digitales influyen en los estilos industriales y suavizan las apariencias tradicionalmente utilitarias con tonos pastel y acabados delicados”, comenta Hernández.
Por su parte, Liliana Gutiérrez, directora de proyectos y socia de Studiosur, expone que “el Phygital –Physical+Digital– llegó para quedarse”. La tecnología se despliega con el fin de permitir una vida híbrida, flexible, en la que los límites entre los espacios para vivir, los de trabajo y los lugares de ocio se entienden cada vez más difusos.

Según Gutiérrez, los cinco pilares sobre los cuales gira el ejercicio del diseño en el año por venir son: “La tecnología en función del ser humano, la búsqueda del bienestar y el equilibrio, la generación de experiencias que ofrezcan sentido de propósito a quienes habitan los lugares, la importancia de los espacios de colaboración e interacción, y la conexión con la naturaleza –biofilia–”. Esto teniendo en mente las áreas de trabajo, pero aplica a lo residencial.
“El cambio a trabajar desde casa llegó para quedarse, muchas empresas optaron por eliminar los escritorios, mientras otras eligieron mayor flexibilidad entre la oficina y el hogar. Debido a esto, los consumidores buscan cada vez más reemplazar las áreas de trabajo improvisadas con soluciones a largo plazo, que les permitan realizar sus tareas de forma dinámica y cómoda en sus espacios vitales”, dice sobre este tema Hernández.

A este punto Gutiérrez agrega los ambientes laborales que les permiten a sus usuarios sentirse como en el hogar –el concepto de “resimercial”–, “que ofrezcan espacios no solo para trabajar sino también áreas de ocio, de meditación o de descanso; lugares multifuncionales y flexibles que se adapten a distintos tipos de uso y que generen la sensación de comodidad y privacidad requeridas; que fomenten la colaboración de equipos híbridos al mezclar la presencialidad y la virtualidad de manera igualitaria, construidos con materiales sostenibles –tendencia que venía desde antes de la pandemia–, y que promuevan el contacto con el exterior y la naturaleza”.
El contacto con la naturaleza –el tesoro que más aprendimos a valorar en estos últimos años– adquirirá cada vez más relevancia. Según WGSN, “el deseo del consumidor de mejorar los espacios exteriores en áreas completamentehabitables sigue siendo alto. Una encuesta realizada por el minorista británico Heal’s reveló que el 40 % de los clientes sienten que los sitios al aire libre les ofrecen una sensación de escape, los patios ahora funcionan como escritorios calientes, los comedores al aire libre en los restaurantes y los rincones apartados son el lugar de preferencia para las salidas. La idea de expandirse bajo el cielo no va a desaparecer, por lo que es importante crear proyectos y estrategias que incorporen estos ambientes tanto en lo residencial como en lo comercial”.
Esta necesidad de naturaleza no solo habla de espacios abiertos y exteriores, se vuelca también a los colores y los acabados interiores. “La inspiración en lo natural informa el uso de ricos
pigmentos otoñales, neutros terrosos y tonos acuáticos vivos, mientras que las influencias digitales inspiran tonos hipersaturados”. Todo esto para crear ambientes donde el bienestar, la felicidad y la salud son los ejes más relevantes. ■
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