Otra forma de ver la arquitectura
Revista AXXIS / octubre 15 - 2020

La pandemia generada por la COVID-19 ha transformado todos nuestros procesos y comportamientos, nuestra manera de vivir y de trabajar. El sector de la construcción no es ajeno a esto. Podría decirse que su labor ha sido una de las más afectadas por la coyuntura, que le ha exigido ajustarse a la implementación de restricciones de horarios y de movimiento, al cumplimiento de estrictos protocolos de bioseguridad establecidos por las autoridades y a la búsqueda de soluciones para mantener vigente una actividad de por sí compleja, que normalmente requiere mucha planeación y cuidado, con base en acciones que implican contacto, interacción y cercanía.
“Inicialmente fue difícil acatar e implementar todos los protocolos exigidos por el gobierno. Sin embargo, el tiempo permitió ajustar nuestra manera de trabajo y hoy tenemos interiorizadas las nuevas dinámicas”, comenta la arquitecta Carolina Abril, socia fundadora de Quadrato Arquitectos, firma cuyo centro de actividad gira en torno a la construcción de espacios interiores y corporativos. Tomas de temperatura al ingreso y a la salida de las obras, rutinas de lavado de manos y limpieza, utilización meticulosa de implementos de protección como tapabocas y careta, además de los tradicionales guantes, botas y cascos han sido las soluciones encontradas para hacer frente a los nuevos condicionantes planteados por la emergencia sanitaria. Sin embargo, “la situación también nos llevó a mejorar los procesos de calidad y a hacer nuestro trabajo más eficiente. Al tener horarios más cortos se redujeron los espacios de socialización y se estableció un control más estricto”, agrega Abril. No solo mejoras en eficiencias y en procesos han venido como consecuencia de una coyuntura inicialmente adversa.
“La pandemia nos tocó fibras y nos hizo replantear cómo diseñamos –manifiesta el ingeniero Ricardo Sánchez, socio fundador de Constructora Las Galias, dedicada al diseño, construcción y comercialización de viviendas de interés social–. Enfocados en el concepto de progresividad, entregamos al cliente un espacio abierto con los servicios básicos, para que luego lo adecúe según sus necesidades. Así, de un mismo lugar puede salir un apartaestudio cómodo o un apartamento de dos habitaciones”. La flexibilidad, concepto que no se encontraba antes en este tipo de proyectos, se ha convertido en eje fundamental de sus desarrollos. Y siguiendo la transformación para adaptarse a las nuevas circunstancias, ahora la empresa ofrece zonas comunes con más servicios y dotación, además de plantear piscinas y parqueaderos subterráneos para maximizar la disponibilidad de áreas verdes, en un modelo prácticamente impensable para este tipo de hogares antes de la aparición de la pandemia.
Por su parte, Diego Ospina, gerente de construcción de Constructora Bolívar, afirma que “la pandemia no nos obligó a transformarnos, simplemente aceleró nuestro cambio, que ya estaba en marcha”. A comienzos del año,
cuando iniciaron las cuarentenas y había altos niveles de incertidumbre, “la empresa apoyó a sus trabajadores y contratistas. Mientras el país estaba cerrado mantuvimos a nuestra gente, no despedimos a nadie ni salimos
de vacaciones”. Adicionalmente, llegaron a acuerdos económicos y ofrecieron subsidios al empleo de sus contratistas para que, a su vez, ellos pudieran mantener a su personal. Esto les permitió un pronto regreso a las actividades una vez el gobierno autorizó el inicio de labores. También incorporaron rápidamente los protocolos de bioseguridad requeridos a partirde la implementación de tecnologíasde reconocimiento facial y tomas de temperatura, que han derivado en una tasa muy baja de contagios en sus obras.

En términos comerciales, la compañía también se transformó y migró hacia lo digital. Priorizó las ventas virtuales, las reuniones comerciales por medio de plataformas de videoconferencia y los pagos con medios electrónicos, lo cual brindó resultados favorables durante los últimos meses. Incluso estructuró los procesos de entrega de las viviendas de manera remota. El propietario encuentra sus llaves en una caja fuerte, y al acceder a su hogar halla una serie de códigos de QR sobre distintas superficies para consultar los manuales y la información necesaria a fin de tomar posesión del inmueble sin requerir contacto alguno. En caso de precisar aclaraciones adicionales dispone de un servicio de soporte online.
En cuanto a la obra en sí misma, Constructora Bolívar implementa metodologías de diseño BIM (Building Information Modelling), a través de las cuales puede coordinar, con base en la elaboración de modelos 3D, todas las
disciplinas técnicas que forman parte del proceso. Esto, en conjunto con un sistema de escáner 3D utilizado en el sitio, permite revisar posibles inconsistencias entre el diseño y la construcción sin necesidad de usar planos impresos. En la misma línea, los seguimientos también se volcaron hacia lo digital. A partir de la implementación de políticas de Lean Construction, la empresa ha logrado incrementar la productividad mediante el registro y control del avance y desarrollo de sus proyectos a través de tabletas y teléfonos celulares.

La prefabricación de sistemas estructurales –en metal y en concreto– y de redes hidrosanitarias ha sido otra línea de desarrollo y evolución. Fabricar y ensamblar antes de llegar a obra acorta los tiempos de construcción y requiere menor presencia de personal, además de generar mayores eficiencias y espacios más seguros para los trabajadores. El reto para las constructoras sigue. Responder a la coyuntura actual será una tarea compleja y demandará la modificación y adaptación de muchos procesos y comportamientos.

Sin embargo, la pandemia se ha convertido también en una oportunidad para avanzar hacia el futuro, para hacer el trabajo más eficiente, para implementar las soluciones tecnológicas disponibles y para incorporar ideas y soluciones novedosas, que probablemente las llevarán a poder ofrecer mejores condiciones y una mayor calidad de vida para sus compradores.
