En la costa del estado de Óregon en medio de un bosque de pinos la firma estadounidense Boora Architects, diseño y construyó esta residencia de zonas espaciosas y limpias que con una vista de 180 grados se aprovechan de un hermoso paisaje de árboles nativos. La madera que reviste la mayor parte de la casa se mezcla de manera natural y amigable con su entorno sin alterarlo ni agredirlo, al contrario, su diseño realza su belleza.
Sus 266 metros cuadrados están distribuidos en tres plantas unidas por un patio central en forma de U situado en frente de una de las mejores panorámicas de la casa. “Esta residencia costera nos permitió explorar y eliminar los límites entre el interior y el exterior”, aseguran los arquitectos.
Esta sensación es perceptible en el piso superior donde los ventanales dominan los espacios y van en aumento hasta alcanzar los cuatro metros y medio de altura debido a la estructura elevada de la cubierta que se abre al paisaje. En este piso están las zonas funcionales, el estar y la sala y un deck cubierto que se prolonga hasta entrar en contacto con el aire puro y la naturaleza.
El primer piso es mas privado, con dos habitaciones, dos baños y un área flexible que se puede adaptar a un cuarto de huéspedes cerrándola con paneles corredizos. Una especie de pinos pequeños resguarda la zona de las habitaciones reforzando la percepción de privacidad e intimidad.
En la segunda construcción, mas pequeña, pero igualmente acogedora se diseñó una oficina con baño y garaje. Su techo está hecho de un híbrido de cobre dispuesto de manera inclinada. Un pasillo con listones horizontales une las dos edificaciones y sirve también como pasarela para admirar de cerca el jardín central que en las noches se ilumina sutilmente convirtiéndose en el foco de las miradas.