Fundación Santa Fe de Bogotá: un hospital que no parece un hospital
Por: Mónica Barreneche Olivares. / marzo 30 - 2017
Un bloque sin ventanas a la vista capta la atención de algunos transeúntes del barrio Usaquén en Bogotá. Durante el día, esconde tras su inusual fachada flotante de ladrillo, la cotidianidad de los médicos, pacientes, funcionarios y visitantes que le dan uso. De noche, su interior iluminado revela de manera fraccionada su estructura y, para un ojo detallista, fragmentos de lo que sucede adentro.
Conozca el edificio 8111, la obra bogotana que participará en la Bienal de Arquitectura y Urbanismo.
Se trata del nuevo edificio de la Fundación Santa Fe. Un diseño vanguardista que sutilmente conecta la arquitectura moderna del edificio original diseñado en los años setenta, con una apuesta arquitectónica contemporánea. La ampliación del Hospital Universitario revela ante una ciudad que le guiñe a la globalización, el resultado de una propuesta urbanística desarrollada pacientemente.
32.00 metros cuadrados de acero, concreto, vidrio y ladrillo son los protagonistas de la nueva sede del hospital, materiales de uso común en la arquitectura bogotana, pero que en este caso, su utilización rompe con lo tradicional, con lo conocido, incluso rompe con el paisaje urbano gracias a la celosía de ladrillo que viste las cuatro fachadas.
Detrás de este nuevo símbolo de la ciudad, se encuentra un barranquillero a quien pareciera le gusta desafiar la gravedad. Giancarlo Mazzanti es un arquitecto polémico. Su obra, dentro de las cuales se encuentran proyectos como: El Parque Biblioteca España en Medellín, Bosques de Esperanza en Cazucá, Trustics en La Bienal de Arquitectura de Venecia y una exposición permanente en la sección de diseño y arquitectura del Georges Pompidou en París, vacila en dirección opuesta a la arquitectura tradicional, éste edificio no es la excepción.
De lejos, camuflado dentro de una manzana completa del complejo hospitalario construido en ladrillo terracota, el edificio, diseñado por El Equipo Mazzanti, resalta, no solo por la utilización diferenciadora de este elemento que conecta La Fundación, sino que además, se caracteriza por su altura y rotación. Doce pisos que parecen flotar, giran 45 grados dándole la espalda a sus antecesores y mostrándole la cara a la cuidad.
La Santa Fe es una fundación privada fundada en 1972 conformada por tres edificios principales conectados entre sí: la Clínica de Urgencias, el Hospital Universitario y los consultorios médicos. En noviembre del 2016, se inauguró la primera fase de la ampliación del proyecto ganador del concurso del Hospital Universitario: el edificio de Mazzanti.
“Enrique, ¿usted por casualidad sabe de algún arquitecto en los Estados Unidos que sea capaz de diseñar un hospital que no parezca un Hospital?” Le pregunta Alfonso Esguerra, MD. Fundador de La Santa Fe, a su amigo, el arquitecto Enrique García-Reyes. Era el año 1972.
El arquitecto que le entendió y desarrolló la idea a Esguerra, fue nada más y nada menos que uno de los fundadores del Modernismo Americano y miembro de las estrellas del grupo de diseño de Herman Miller: George Nelson. Iconos del diseño como: el sofá Marsmallow y la silla Coconut llevan su firma.
Nunca había diseñado un hospital y aún así aceptó el reto, «Será un hospital que no parezca un hospital, pero que funcione como un hospital en medio de parques y jardines», sentenció.» En estas oficinas se le conocerá como El Jardín de la Salud” afirmó Nelson al cerrar la negociación en su estudio de Nueva York en la primavera de 1973.
Cuatro años más tarde y después de un drástico ajuste sobre el diseño arquitectónico original de Nelson, comenzó la construcción del que fuera el primer edificio de La Santa Fe. Aunque se modificó para volverlo un proyecto viable económicamente, su diseño conservó en algunos de sus espacios, como el lobby principal, características modernistas: volumetrías planas, marcos de acero revestidos en ladrillo, iluminación cenital indirecta, fachadas en hierro y modulación en las instalaciones lumínicas.
Desde ese entonces, La Santa Fe, gradualmente ha ido adquiriendo los predios que conforman la manzana y es gracias a esta intención de hacer cuidad, que hoy se esté finalizando un concepto de diseño arquitectónico urbano completo que busca conectar los edificios y acabar con la fragmentación en su estructura.
El eclecticismo de una arquitectura rebelde y desenfrenada aparece espontáneamente en el nuevo edificio, propone un diálogo entre una arquitectura contemporánea y una de racionalización. Éste diálogo inherente y etéreo concluye con la puesta en escena de dos propuestas arquitectónicas —cada una en su época— que cumplen con el requisito básico de su cliente. Un hospital que no parece un hospital.
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