Germán Samper Gnecco, el arquitecto de la generación heróica
Fotografía: Rodrigo Orrantia, Sergio Gómez y Luis Carlos Colón de Guías de arquitectura, Ediciones Gamma. / Cortesía: Diego Robayo y Archivo IDPC / febrero 8 - 2023
A esa generación pertenecen otros grandes nombres como Enrique Triana, Rogelio Salmona y Dicken Castro. Se refiere a ellos de esa manera por su invaluable e indiscutible aporte a la arquitectura.
La vida de Germán Samper Gnecco parece encarnar el sueño profesional de los arquitectos de su época: trabajó en París en el taller de Le Corbusier, donde participó en el Plan Director para Bogotá (1949-1951). A su regreso a Colombia, en 1953, inició una exitosa carrera con la firma conocida como Esguerra Sáenz y Samper.
A los 95 años, nos deja el autor de emblemáticas edificaciones y conjuntos modernos del país, de los cuales muchos han sido declarados Bienes de Interés Cultural: el edificio Avianca, el Museo del Oro, la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango, el edificio del SENA o la Ciudadela Colsubsidio, obras que han contribuido a forjar buena parte de la identidad de Bogotá.
Algunos reconocimientos de Germán Samper
“Era una persona muy generosa. Siempre estaba abierto a compartir ideas sobre sus dibujos y sus conocimientos en conferencias, y en la atención que le prestó a las personas que lo rodeaban. Uno de sus intereses particulares fue la vivienda económica”, contó Alberto Saldarriaga.
Obtuvo el Premio Gonzalo Jiménez de Quesada, que le dio la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá (2015); de la Gran Orden del Ministerio de Cultura (2010); consultor de la Unesco en 1993 y nominado por Colombia para obtener el título de Arquitecto de América en 1992, entre muchos otros más.
Su interés por el dibujo espontáneo, lejos de la precisión del dibujo arquitectónico, comenzó cuando llegó al taller de quien se convirtió en uno de sus maestros: el arquitecto de origen suizo Charles-Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier.
Desde 1949, cuando empezó a dibujar, cuenta con más de 5.000 bocetos. Invirtió gran parte de su vida a plasmar en papeles sus viajes. Era la manera cómo podía apropiarse de los imponentes puentes, catedrales o pequeñas casas que se topó en México, Japón, Europa y en Colombia. Germán Samper Gnecco decía que dibujaba porque “la memoria es frágil y se va difuminando”. Sin embargo, él y su obra son la huella firme y tangible de un arquitecto heroico e inolvidable.
La excelencia fue su legado.
La familia Samper ha sido un referente tanto en arquitectura, en el desarrollo de la energía eléctrica, en las letras, asi como en la puesta en marcha el producto para el impulso de la construcción como es el cemento. Bienvenidos siempre
Fue la gran generación de mis maestros en la facultad de Arquitectura de la Nacional t en mi vida profesional gran ejemplo de maestría y profesionalismo.
Maestro ,amigo, las conversaciones acerca de su visión de la Arquitectura, y la escencia de
su relación con el principio de pensar en lo humano, como eje, del planteamiento de proyecto.era. la fuerza que lo inspiraba,
Y mi punto de vista como Artista Plástico, nos permitía imaginar un mundo de Utopía,
Su concepto de relación: espacio – sociedad
Me generó la idea de un mundo viable y benevolo.
horas enteras mirando y analizando los planos de Proyectos como Veraguas,Colsubsidio, Polo Club,y su Génesis en los pueblitos del Mediterráneo, y los Burgos, de la Europa del Siglo X, que le causaba admiracion, y fue el pilar Fundamental durante su vida,
Una mañana en Santa Ana, me pidió que lo acompañara para comprar una póliza y asegurar los Eucaliptos del barrio, ya se veía venir la densificacion del barrio con proyectos de altura,
su respeto por el desarrollo de vivienda a bajo costo, con placas de Coral,cultivadas en el Caribe, era tan escencial , que no lo logro ver realizado, con nostalgia me comentaba, que era la solución a la vivienda sin daño ambiental,
QEPD.
Germán Samper fue mi Jefe inmediato y Maestro por 12 años. A él le debo mi experiencia arquitectónica.