Una casa en hormigón diseñada para múltiples experiencias en este paraíso tropical
Producción: Martina Hunglinger / Fotografía: Mads Mogensen / mayo 21 - 2014
«Lo único que quería el cliente era una casa de tres dormitorios «, dice el arquitecto italiano Renato D’Ettorre. La afirmación sonaríaalgo aburrida si no fuera porque la vivienda debía ubicarse en un paraíso tropical en Hamilton Island, Australia.
Para D’Ettorre era un trabajo soñado, pues le ofrecía la oportunidad de utilizar el recurso que más le inspira: el agua. «El agua siempre se ha usado como un elemento esencial en la historia de la arquitectura de las grandes civilizaciones. Es importante en la arquitectura ya que suaviza los elementos a su alrededor”, dice este apasionado de la forma en que el agua tiene un papel integralen el edificio.
Con la idea de que cada pedazo de tierra es único y especial, D’Ettorre comenzó fotografiando las enormes rocas del sitio. «Tenía todas estas hermosas piedras y quería encontrar la manera de encajar la casa en medio de ellas sin tener que quitarlas», explica.
Había otras restricciones, como que el diseño debía armonizar con la vegetación de la isla y ser de fácil mantenimiento. Por eso, la decisión principal fue el concreto: «El hormigón es irregular y natural, con una textura que se mezcla muy bien porque con el gris como base todos los colores funcionan perfectamente». Para el arquitecto también era importante crear interés desde todos los ángulos. «La casa debía ser bidimensional: tener vistas hacia el mar y el patio y no se necesitaba aclarar cuál era su parte delantera o trasera».
A ello contribuye el manejo del agua que tanto le interesa: además de la piscina ubicada en la parte más baja del terreno, la casa cuenta entre sus dos niveles con otra piscina a la que se puede acceder desde casi todas las zonas, y que se conecta con una serie de estanques. Y, también, los distintos tratamientos que se le hicieron al concreto, que incluye algunos como el beton brut, que da la impresión de superficies de madera.
La casa en sí es una serie interconectada de espacios diseñados para abarcar los muchos estados de ánimo de una vida tropical:hay lugares para el entretenimiento y otros más íntimos que ofrecen protección contra el sol caliente y una pausa para la contemplación.
Gira en torno de las rocas y, por ejemplo, el dormitorio principal se diseñó de tal forma que pareciera articularse naturalmente con la roca que está tras él: «El dormitorio y la roca poseen una relación muy especial, pues la roca tiene mejor presencia que cualquier escultura». Como complementos del hormigón, aparecen el vidrio y la piedra travertino cuya textura y colorademás funcionan bien en el calor.
En el piso superior predomina el blanco, para separarlo de las otras áreas y por sus cualidades relajantes. Entre tanto, la planta baja del nivel inferior, al ser la única parte de la casa sin luz solar directa, se convirtió en la ubicación perfecta para la piscina. Allí,una cortina y un espejo de agua crean una espectacular gruta de acceso.
De acuerdo con el deseo del arquitecto de ofrecer múltiples perspectivas, un puente interno permite vistas desde todas las partes del edificio. Otro gran atractivo es el aprovechamiento de las plantas del trópico. Por eso, el jardín está construido como un laberinto para que los visitantes se sumerjan en la experiencia con suavidad y con la hierba de los caminos. «Esta casa está diseñada para entretener y relajar «, concluye D’Ettorre. “Es una casa que se adapta a cualquier estado de ánimo, como debe ser».