Esta casa en Villeta lo tiene todo para el descanso perfecto
Fotografía: Andrés Valbuena. / febrero 12 - 2018
Para aprovechar la pendiente que ofrece la montaña, las áreas exteriores están segregadas por niveles; el inferior alberga un discreto acceso que comunica con los espacios de servicio, fungiendo como zona de descarga y generando un lugar independiente que sirve de vivienda para los encargados.
El superior plantea una generosa entrada principal con un piso de adoquín ecológico y grava, que además de aportar a la estética del conjunto, permite maniobrar cómodamente a los vehículos al llegar. Las áreas sociales (salón, comedor y cocina) están en un solo ambiente, horizontal, integrado e ininterrumpido, el cual se abre completamente sobre el deck y la piscina, enfocado hacia la impresionante vista lejana que ofrecen las montañas.
En un volumen de dos pisos, perpendicular a las zonas sociales, ubicaron las seis habitaciones que componen la vivienda, tres por cada nivel. Las del inferior se abren hacia un costado, mientras que las del superior lo hacen hacia el lado opuesto, volando su visual sobre el área de acceso. Esta decisión arquitectónica busca ofrecer la mayor variedad de vistas para aprovechar la diversidad y amplitud del paisaje circundante.
En las superficies de los pisos, tanto en las áreas interiores como en las exteriores, el porcelanato (proveído en su totalidad por Decorcerámica) es el gran protagonista gracias a su practicidad y durabilidad, y a la gran variedad de texturas y terminados disponibles hoy en día.
En términos generales, la vivienda, con una materialidad sólida, duradera y práctica, ofrece un espacio amplio, cómodo y continuo, compuesto a partir de un juego de colores y texturas cálido y sutil que otorga todo el protagonismo al entorno natural. Arquitectura: Guillermo Arias y Luis Cuartas, de Octubre. Arquitecto responsable Julián Molina.