Un refugio para disfrutar la tranquilidad de la Sabana de Bogotá
POR Revista AXXIS
Uno de los asuntos más elementales de la arquitectura es la delimitación, separar un área para así adueñarse de un rincón del mundo y hacerlo propio. Levantar un muro, extender un piso, armar un techo, abrir una ventana. La morada, el dominio de lo íntimo, es quizá la manifestación arquitectónica más cercana a nuestros afectos y caprichos; es el dispositivo que permite a nuestros deseos tocarse con el mundo.
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