Masa: uno de los mejores lugares del mundo según la revista ‘Time’
María Capote / septiembre 19 - 2022
¿De qué manera usar un material tan tosco como el concreto en una estructura tan cálida como una panadería-restaurante? El arquitecto colombiano Benjamín Cadena, de la mano de Studio Cadena –su firma con sede en Nueva York– concilió estos opuestos en la construcción del nuevo local de Masa, al norte de Bogotá.
“Mi intención inicial siempre fue trabajar el concreto, aunque constituyó un gran reto encontrar un balance entre el costo y la complejidad de este material –dice Cadena–. Nos preocupaba la calidad porque el concreto estaría totalmente a la vista y aunque el trabajo con este material es común en Colombia, no hay muchos lugares que lo empleen como acabado exterior”.
Conozca el edificio 8111, la obra bogotana que participará en la Bienal de Arquitectura y Urbanismo.
Recuperar un lugar
En el espacio funcionaba un concesionario, adecuado en una antigua casa del barrio San Patricio. “Cuando consideramos este lugar para construir el nuevo Masa, nos dimos cuenta que debíamos reforzar muchos de sus componentes, e inicialmente tuvimos un concepto muy similar al que existe hoy”.
La obra contó con la coordinación técnica y construcción de la Unión Temporal MQ, conformada por MRB S.A. y ODQ S.A.S. Cadena añade que siempre visualizaron el diseño arquitectónico en tres volúmenes, con un patio en la parte posterior.
“Al final, nos dimos cuenta que por razones de costo y por el resultado que buscábamos, era mejor utilizar concreto y vidrio. Estos materiales se alineaban con el carácter del local y, además, queríamos que todo fuera natural”.
Aunque el mercado local bogotano está lleno de panaderías, la revista Time referenció a Masa como “una panadería elegante y exclusiva”. Eso fue en gran parte por su arquitectura. “Nos preocupaba la calidad del concreto porque quedaba a la vista, teníamos que darle textura y adecuarla para que cambiara con la luz y animara los muros, las superficies”.
El resultado fue una estructura de casi 700 metros cuadrados. Allí, el concreto crea volúmenes con aberturas triangulares a diversas escalas para iluminar de manera natural el interior. Es adentro donde la madera se mezcla con materiales pétreos.
La adecuación del espacio duró alrededor de dos años. El “gran reto” fue elaborar el piso, inspirado en las casas bogotanas de los años setenta. Fue diseñado para este local a base de piedras, cortes e incrustaciones. Ahora, simplemente, hay que ir, recorrerlo y disfrutar de las texturas de los materiales junto a un buen pan.
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