Museo del Oro Zenú, nuevo tesoro en Cartagena
Mateo Arias Ortiz, editor digital de la revista AXXIS / mayo 12 - 2023
Desde el 18 de febrero, un Museo del Oro Zenú renovado se suma a la lista de coincidencias. Los centros históricos de Bogotá y Cartagena tienen varios aspectos en común: grandes casas coloniales con fachadas de colores, buena oferta artesanal y gastronómica, calles de piedra y un ambiente especial de bohemia y cultura.
Ubicado a unas cuadras de la Torre del Reloj de la Ciudad Amurallada, el Museo del Oro Zenú reabrió sus puertas después de un trabajo de dos años y medio en el que restauraron y actualizaron la casa que lo alberga.
El reto del Museo del Oro Zenú
La remodelación de este edificio colonial, de 1000 metros cuadrados construidos, implicó “exigentes retos técnicos y constructivos derivados de las características y la antigüedad de la edificación”. Así lo afirma el arquitecto Luis Francisco Álvarez, el director del Departamento de Infraestructura del Banco de la República, institución a la que pertenece este museo ‒al igual que el de Bogotá y los de otras ciudades del país.
Álvarez comenta que “la idea era lograr que el lugar fuera sostenible e incluyente sin ser irrespetuosos con su valor patrimonial. El reto no fue menor, pero logramos que el mérito del museo no solo estuviera en la colección, sino en la casa”.
En esta casa, catalogada como bien de interés cultural, se exhiben piezas de la historia prehispánica, algunas con 6000 años de antigüedad. Esta nueva curaduría hace hincapié en “la diversidad de formas de vida anfibia que existieron en el litoral y en las sabanas del Caribe colombiano”.
No solo aprovecharon la colección de las piezas de oro de invaluable valor histórico, sino que también recurrieron a la tecnología para darles a los visitantes un recorrido multimedia, con herramientas como aplicaciones digitales.
La nueva exposición permanente exhibe objetos milenarios excepcionales de cerámica, arcilla, concha y piedra, de oro y de tumbaga –aleación de oro nativo y cobre–, elaborados por las antiguas poblaciones que habitaron el bajo río Magdalena y la serranía de San Jacinto.
“La experiencia de recorrer el nuevo museo es particular, pues combina el respeto por la arquitectura original de la casa con las comodidades tecnológicas de hoy”, explica Álvarez. Esto podría suponer un contraste fuerte, pero la propuesta logra que ambos universos convivan espontáneamente.
Detalles sobre la renovación
El equipo restaurador fue especialmente meticuloso. Los pisos, la materialidad, las paredes, los típicos balcones con listones de madera y los jardines interiores recuerdan las grandes casonas españolas. De hecho, recuperaron el aljibe para que los visitantes conocieran cómo funcionaban estos espacios en las casas de la época.
Por otro lado, de manera orgánica integraron los sistemas instalados para las personas con movilidad diversa, como el ascensor. Lo mismo pasa con los baños, las redes, los sistemas bioclimáticos –que son respetuosos con los visitantes y con la colección– y las exposiciones multimedia: todo es de última generación.
Asimismo, hicieron una intervención que aprovechó un área en la parte posterior del lote. Este bloque, según el arquitecto, “se vincula de forma natural con la casa y logra una ampliación que ha permitido alojar nuevos espacios de apoyo técnico, operativo y logístico para el adecuado funcionamiento del museo y para cumplir con las nuevas normativas”.
El cuidado de los arquitectos por el espacio que acoge el museo fue tal que, incluso, hicieron un estudio arqueológico para determinar los periodos de asentamiento de la construcción a partir de excavaciones en las que hallaron varios vestigios. Esa atención especial prestada a la casa demuestra que el tesoro no solo está en lo que allí se expone –cargado de significado‒, sino también en el lugar en el que se protege y se exhibe la colección.
Si no estoy mal, esa es la Casa del Marqués de Valdehoyos y en una época eran las oficinas de la Corporación Naciobal de Turismo en Cartagena.
Podrían confirmarme?
Muchas gracias
Excelente obra para la ciudad, para el país y para el turismo que nos visita. Conocí la anterior, que era una maravilla. Me imagino que esta nueva obra será más amplia y de mayor interés.