Después de su finalización en 1973, la Torre Montparnasse de 210 metros de altura se convirtió en el edificio más alto de París. Según la firma de arquitectura MAD, a través de los años, han habido críticas constantes sobre su intrusiva existencia en la ciudad, que ha sido acuñada como la «cicatriz de París». En 2016, el propietario convocó una competencia internacional para renovar la torre, y MAD fue una de las siete empresas preseleccionadas de más de 700 equipos para participar. La competencia la ganó la firma Nouvelle Aom, sin embargo, la propuesta de MAD ha ganado adeptos alrededor del mundo.
El diseño de MAD usa principios cóncavos para crear una ilusión óptica al colocar cada panel de vidrio de la fachada en un ángulo específico, de modo que el edificio se convierta en un espejo cóncavo a escala de ciudad. Las calles y los tejados de los edificios vecinos parecen colgados en el cielo; mientras que el cielo se refleja en la parte inferior del edificio, mezclándose con la atmósfera.
El diseño crea un espejismo de París, pero al revés, como si flotara en el aire. Y, el otro punto de referencia de la ciudad de París, la Torre Eiffel, también aparece boca abajo cuando mire la Torre Montparnasse desde esa dirección.
«En el momento en que se construyó, la Torre Montparnasse, como la Torre Eiffel, representaba el orgullo y los logros de su época. Es la adoración de la tecnología y el poder de la humanidad lo que ha creado este monumento tiránico. Se destaca en medio del París clásico. Hoy en día, no podemos realmente demoler este edificio y los remordimientos históricos que representa, pero podemos establecer una nueva perspectiva para volver a examinar y pensar cómo la humanidad puede coexistir e interactuar con la torre y su entorno, para darle sentido a nuestra copas.» Comenta Ma Yansong sobre el diseño.