Un rancho campestre y de diseño artesanal que se mimetiza con el entorno vegetal
Rodrigo Toledo / marzo 15 - 2021
Ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato, México, este proyecto fue diseñado con el propósito de ser un lugar para el descanso familiar. La presencia en el lote de una presa y de múltiples árboles define la arquitectura de este rancho.
La forma de la cubierta, construida con vigas de acero, responde a la posición de los troncos e integra la vegetación al espacio arquitectónico, mientras un deck de madera construye una orilla artificial para disfrutar del agua. Desde sus estancias se tiene una vista de 360 grados sobre el paisaje circundante.
Diseño y construcción
Para su construcción utilizaron principalmente técnicas y materiales artesanales, lo que genera una expresión que recuerda las obras tradicionales de la zona. En contraste, el volumen central está revestido con láminas de acero oxidado, que requieren poco mantenimiento. Bajo sus dos aguas, este cuerpo alberga un salón para el encuentro familiar, así como un comedor y un bar a doble altura. Estos espacios son conectados con el exterior mediante terrazas y ambientes intermedios protegidos por el follaje de los árboles.
Una de las estrategias más importantes del proyecto es el uso responsable de recursos y la implementación de medios pasivos de control climático para garantizar el confort en el espacio interior; desde las celosías en fachada, que regulan la temperatura y garantizan la ventilación y la privacidad, hasta la utilización de la lluvia y el tratamiento de las aguas residuales para el riego de los jardines.
La construcción se inserta en el contexto desde la permeabilidad de sus materiales y su definición geométrica, pero también desde la gestión de su impacto en el ambiente. Este proyecto del arquitecto mexicano Fabián Marcelo Escalante edifica lo mínimo necesario para que el entorno termine el trabajo. No se impone en el lugar, por el contrario, hace pactos con los árboles, la sombra y la luz del sol.
Levanta muros para luego permitir que el viento los atraviese y cubre estancias para refugiar a sus habitantes. Nos presenta una arquitectura que renuncia a definirlo todo, donde lo que queda fuera de control produce un ámbito diverso e impredecible. ■
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