Malcolm Davis Architecture (MDA) se inspiró en el paisaje circundante al diseñar esta residencia sostenible en el norte de California. Encarnando un estilo de vida informal, interior y exterior de California con su presencia zen y su estilo arquitectónico moderno, la residencia, que se encuentra entre secuoyas y robles, se asemeja a una casa de campo moderna. 

Se consideraron estrategias sostenibles en las primeras etapas de planificación de la residencia. Por ejemplo, en lugar de demoler la residencia original, el equipo de diseño y los propietarios optaron por desmantelarla con cuidado para rescatar la madera y otros materiales, algunos de los cuales se reutilizaron en el diseño final.

MDA incorporó conceptos solares pasivos probados en el tiempo para lograr el máximo efecto, incluidas exposiciones al sur, masa térmica, ventilación cruzada para enfriamiento natural y protección solar cuidadosamente calibrada a lo largo de los generosos voladizos sur. Otras características sostenibles incluyen la recolección de aguas grises, mediante la cual el agua de baño y lavandería se almacena y reutiliza para descargar inodoros e irrigar el paisaje, así como paneles fotovoltaicos que producen electricidad y paneles solares térmicos que precalientan el agua doméstica y de la piscina. 

Desde una perspectiva de diseño, la casa, aunque tiene un estilo claramente moderno, extrae formas y materiales de 80 años de arquitectura contemporánea del norte de California. Remontándonos a la historia de la propiedad como un nogal, la MDA trabajó con Ground Studio Landscape Architecture para conservar las secuoyas y robles existentes, así como para cultivar un olivar en la mitad inferior del sitio. El olivar y la falta de una valla perimetral hacen que la propiedad y las parcelas vecinas se sientan más expansivas, ya que «toman prestada» una sensación de amplitud entre sí.

A pesar de su contexto suburbano, este sitio de un acre vive más grande como resultado de una ubicación cuidadosa y una procesión de entrada prolongada a través de un olivar. Esta moderna casa de campo, invisible desde la calle, brinda a los propietarios un refugio protegido, más apropiado para el campo que un lote suburbano. La casa, rodeada por la naturaleza, se siente a un mundo de distancia del vecino Silicon Valley. 

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