Una casa multifamiliar diseñada como un oasis ecológico de ensueño
Rodrigo Toledo / febrero 18 - 2021

En muchos países asiáticos el acceso a la tierra es cada vez más limitado. Esta situación implica que la figura inmobiliaria más común en estos lugares sea el gran complejo multifamiliar: edificios de apartamentos de áreas reducidas, donde el terreno no pertenece a una familia sino a una copropiedad. Así, en Singapur, comprar una parcela y construir una residencia es un privilegio de pocos.

Esta casa de Chang Architects fue encargada por una familia de cuatro generaciones que necesitaba una vivienda en la que fuera posible tener privacidad, pero también integración y comunión. Esta condición les permitió a los arquitectos interpretar el proyecto, no solo como un inmueble de lujo, sino como un lugar para el encuentro entre las personas y de estas con el paisaje propio de la vida en el trópico.


De acuerdo con premisas de la filosofía I-Thou –noción elaborada por el filósofo austriaco Martin Buber que defiende la no separación entre los seres humanos y demás entidades del mundo–, el diseño de la vivienda promueve la cohabitación de sus moradores con la naturaleza tropical del sitio. Se trata de un ambiente concebido para los abuelos, los padres y los hijos, pero también para el cielo, el agua y la vegetación.

Al ser los propietarios de la tierra, los dueños construyeron esta casa-oasis como un patrimonio para futuras generaciones, un lugar para el crecimiento de la familia a través del tiempo. Las diferentes estancias se agrupan en torno al patio central que contiene una piscina. El volumen de tres niveles se escalona hacia este vacío, mediante una secuencia de jardineras, puentes y terrazas, desde las cuales cuelga la vegetación. La geometría del proyecto obedece a la distribución de espacios íntimos para los habitantes y a la búsqueda de la luz solar. Las fachadas están revestidas con secciones de troncos de madera, que crean una textura rugosa y una imagen que parece vibrar.
El uso de materiales con tonos oscuros, tanto al exterior como al interior, resulta en una apariencia pétrea que contrasta con el verde de los jardines.
Esta casa, que aprovecha su relación con el terreno para entender la vida de una familia desde su historia y su futuro, reúne a sus habitantes y los invita a convivir con el paisaje local. Se configura, además, como un pequeño paraíso en medio de la ciudad, entre las nubes y su reflejo en el agua. ■


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