Una obra sostenible diseñada por el estudio de arquitectura holandés MVRDV
Revista AXXIS / julio 1 - 2022
El estudio de arquitectura holandés MVRDV finalizó el complejo residencial Ilot Queyries, en Burdeos, Francia. Inusual en diversos aspectos, este desarrollo tiene una piel exterior cerámica que de inmediato llama la atención de los transeúntes.
Ubicado al oriente del río Garona, frente al centro histórico de la ciudad –declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco–, los arquitectos de MVRDV querían que el nuevo edificio le dé vida a una urbe en crecimiento con un diseño pensado para el futuro, pero vinculado a la historia de su lugar de implantación. Es una interpretación contemporánea de las tradiciones arquitectónicas del sector.
Cualquiera que piense en fachadas de cerámica probablemente evoque imágenes de casas más pequeñas. Las dimensiones aquí son completamente diferentes y, sin embargo, en muchos sentidos, el material demuestra ser la elección correcta para Ilot Queyries.
El nuevo edificio capta la atención de los espectadores con sus alturas, profundidades y ángulos, también con su brillante estructura tridimensional, que puede ser admirada desde lejos. Sus recubrimientos de diferentes formas, desarrollados por la firma Agrob Buchtal, captan la luz y dotan a la arquitectura de un aspecto vibrante y escultórico, con los reflejos del sol y las sombras que se transforman a lo largo del día. Sus fachadas hacen una transición hacia los techos para encontrarse con el estuco rojo utilizado en el patio interior de la estructura.
MVRDV creó el plan maestro para esta superficie de 35 hectáreas, que proporcionará un entorno sostenible dominado por peatones y ciclistas, con calles estrechas y la atmósfera de un centro histórico. Para la firma, este proyecto es una especie de laboratorio de la ciudad moderna, que combina intimidad con densidad, ecología, luz y confort.
Permanecer en el tiempo
Además de las consideraciones de contexto urbano y diseño, el color exterior del complejo está motivado por preocupaciones ambientales, con el objetivo de darle a la estructura una alta capacidad de reflejar la radiación solar, lo que ayuda a evitar el efecto de “isla de calor”. Y, sin duda, uno de los parámetros más importantes para la construcción de ciudades sostenibles es también lograr proyectos con ciclos de vida duraderos. Por ello, las fachadas cerámicas de Ilot Queyries están equipadas con la tecnología autolavable. Esto garantiza menos consumo de recursos para tener limpios los edificios con el paso de los años.
Por otra parte, estas cerámicas, que tienen propiedades antibacterianas y resistencia a la formación de musgo, junto con la capacidad de destruir agentes contaminantes, como el óxido de nitrógeno, aportan
a una calidad de aire más alta para el sector. Todo a cambio de un bajo mantenimiento. Así, el respeto por el medioambiente está en el centro de este ejercicio de ciudad del futuro.
La fachada de este edificio, diseñado por el estudio holandés MVRDV en Burdeos, Francia, tiene una piel cerámica con alta capacidad de reflejar la radiación solar, resistencia a la contaminación y tecnología autolavable.
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