Casas pequeñas pero funcionales: las viviendas de la nueva década
Cortesía: v2com / diciembre 27 - 2019
Una pequeña y modesta casa de una sola planta, construida en la década de 1920, que tiene una fachada tan prosaica como sus espacios interiores. Como arquitecto, el principal desafío del proyecto es saber si este tipo de casa, que algunos quieren ser patrimonio, debe conservarse y protegerse.
Después de una fase de ideación de prueba, se impuso un principio de diseño: preservar la fachada principal y desarrollar el proyecto de vivienda unifamiliar a su alrededor.
El segundo principio que guía el diseño, gira en torno al uso óptimo de la luz natural en espacios interiores. De hecho, las limitaciones habituales de la construcción de residencias adosadas forzaron la falta de luz natural en los espacios centrales.
La instalación de una gran claraboya en el medio de la casa se decidió naturalmente, con una escalera que cubría los 3 pisos de la casa y que tenía luz difusa en las habitaciones, los espacios habitables e incluso en el sótano.
A partir de 2 postulados, la organización funcional se realizó rápidamente, con una sala de juegos, un dormitorio en el sótano, salas de estar y una oficina en la planta baja, así como 3 dormitorios y 2 baños en el primer piso.
Para las fachadas de las casas, se conservaron la composición y algunos elementos decorativos de la fachada original, pero se rehizo la mampostería. En las fachadas traseras, la madera quemada se ha elegido como revestimiento por su estética y durabilidad.
Al final, esta reflexión sobre estas casas de caja de zapatos, en un contexto de crecimiento inmobiliario y densificación urbana, permitió la construcción de una casa híbrida, decididamente moderna pero con un rastro del pasado.