5 casas frente al mar que lo harán querer escapar de la rutina y celebrar fin de año
Revista AXXIS / abril 27 - 2021
Los dueños de esta casa, situada en una ladera rocosa, sinónimo de un paisaje griego, buscaban un diseño que se integrara sutilmente con su arquitectura tradicional, pero que fuera moderna a la vez. Esto resultó en una balanceada mezcla entre texturas ásperas y suaves, y una paleta de color que va desde los cálidos ocres de la piedra local y madera sin tratar, hasta muros blancos y el gris grafito de las superficies de cemento brillado.
La terraza descubierta remata en una piscina para configurar un mirador sobre este paisaje boscoso y marino. Separada en dos cuerpos, la casa se posa sobre una plataforma que salva las diferencias de nivel del suelo y conforma, al mismo tiempo, un recorrido que atraviesa y conecta todas sus áreas.
Esta casa de playa ubicada en Ixtapa, Zihuatanejo, México, se convirtió en un laboratorio de diseño para la arquitecta Kalinka Mikel y la diseñadora de interiores Mariana Rivera, directoras de la firma Estudio 240 y responsables de su remodelación. Sus propietarios querían darle un aire más contemporáneo después de treinta años, además de incorporar materiales naturales que generaran confort.
Su carpintería de madera en puertas y ventanas, pintada de azul claro, recuerda las arquitecturas vernáculas de las islas mediterráneas.
La materialidad de la casa y de los objetos que en ella se disponen hacen alusión a una estética de lo marítimo; muebles fabricados con maderas que muestran sus vetas, remos sobre las paredes, troncos traídos por la marea, tapetes en tonos crudos, instrumentos de navegación ya oxidados convertidos en ornamentos…, cada pieza cuidadosamente seleccionada, cada rincón diseñado al detalle.
Un sueño frente al mar Caribe
“Estaba trabajando con un arquitecto local, pero quería que les diera pautas desde el comienzo, por eso pude hacer varios cambios arquitectónicos, como proporciones de techos y de espacios, elección de materiales, iluminación…”. Y las proporciones bien logradas son una constante en los trabajos de Montoya. Aquí, tras cruzar la puerta de ingreso, la persona llega a un recibidor y una piscina de forma sinuosa que guía la mirada a una palapa que contiene el salón principal.
El elaborado techo, cuyo interior tiene un tejido artesanal de palma, protege del sol un mobiliario diseñado por el bogotano, pensado para disfrutar de la vista de la vegetación tropical y el mar Caribe –las poltronas pueden girar sobre su eje–. Un punto interesante son las cortinas recogidas junto a las columnas, las cuales están concebidas para aislar el ambiente en días de fuertes vientos.