50 AÑOS DE CLÁSICA VANGUARDIA
Texto: Soraya Yamhure /
junio 18 - 2014

En 1964 la española Begoña Zunzunegui importaba artículos de decoración y antigüedades de distintos países europeos y asiáticos para comercializarlos en Madrid. Durante 50 años su firma Becara ha venido evolucionado el negocio con la fabricación de muebles y textiles para el hogar, y una línea dedicada a servicios para proyectos de amueblamiento en hoteles boutique, restaurantes y apartamentos modelo.
En todas las tiendas, ubicadas en más de 40 países, se encuentran alrededor de 20 mil referencias en colección que cada semestre se renuevan en la feria Maison & Objet de París, presentando 60 piezas al año. En Bogotá, primera ciudad de América Latina donde llegó Becara -próximamente estará en la capital de México-, un equipo de decoradores asesoran a los clientes en la compra de objetos de sus dos divisiones: las antigüedades, importadas de países como India, China e Indonesia, y los fabricados en la planta de 50 mil metros cuadrados de Becara, ubicada en Valdemoro, a las afueras de Madrid.
Su estilo clásico está representado en lámparas de cristal, sofás capitoneados de cuero añejado y muebles de madera natural ubicados en los 13 ambientes de la casa que incluyen salas, habitaciones y estanterías en los corredores. La identidad de Becara presenta un sello particular en todas las piezas que comercializa. Cada mueble de la colección de antigüedades, después de ser importado, pasa por la planta para darle un acabado único de textura y color. En los diseños propios la combinación de materiales es un común denominador: sobresalen superficies de mesas de mármol con patas de hierro oxidado y objetos para listas de bodas de cacho y níquel.
Su propuesta en Bogotá
Cacharrería es el nombre de una línea de vajillas, cubiertos, portarretratos y muchos más elementos de uso doméstico y decorativo hechos a mano a partir de cerámica, plata, cristal, vidrio y alambrado metálico. Dentro de la tienda, que parece una casa de familia equipada en su totalidad, hay un espacio dedicado a las telas, muchas importadas de India, que incluyen diferentes tipos de linos, textiles con la técnica de teñido ikat, kilims, lonas y dhurries para tapizar muebles o cojines. También están a la venta los libros de la editorial alemana Taschen, que hacen parte de la ambientación de las estanterías con volúmenes dedicados a temas de arte, viajes y cocina.
La decoración de las paredes, pintadas de color gris verdoso, se rota cada tres meses con cuadros de diferentes artistas nacionales como los de la antioqueña María Adelaida Penagos, que se han vendido en la primera temporada de 2014. Bisutería y accesorios hechos por artesanos españoles, lencería importada de Portugal, serigrafías de imágenes de aves y tapetes de fique y otras fibras naturales complementan el almacén distribuido y ambientado para que los clientes vivan todos lo espacios de un hogar.