Vanguardia escandinava: así es este apartamento en Bogotá
María Juanita Becerra / septiembre 7 - 2022
La arquitectura y la decoración escandinava son un referente ineludible en Occidente por el uso de materiales orgánicos como la madera, al igual que por la calidez y luminosidad de sus espacios. En el nororiente de Bogotá, la diseñadora de interiores Catherine Moggio ha creado un hogar donde es posible encontrar tranquilidad en medio de la agitación del entorno urbano.
El apartamento, con arquitectura de Aaron Cohen y ubicado en un edificio que acaba de entregarse –en diciembre de 2021–, fue decorado pensando en los ambientes escandinavos.
“La constructora me contrató para hacer la consultoría de los acabados, y los clientes que quisieran que los acompañara en la fase siguiente también podían hacerlo. Este hogar pertenece a unos de esos propietarios, que tenían en mente este estilo de decoración”, agrega Moggio.
Los acabados y distribución espacial del proyecto, que comenzó a idearse en planos, fueron definidos desde un inicio por la constructora. Se aprecia una estructura abierta, en la que es casi imperceptible la separación entre los diferentes espacios que componen el apartamento.
Una celosía de madera, por ejemplo, divide una estancia de la otra y, al mismo tiempo, las conecta visualmente; es como un muro que se retrae para descubrir lo que hay detrás.
Esa arquitectura de umbrales se extiende al exterior: los ventanales piso-techo convierten el paisaje urbano en el fondo de la vida doméstica. Así, la ciudad es el contenedor y la arquitectura el contenido.
Decoración escandinava en el mobiliario
Por otro lado, la diseñadora se ocupó de la carpintería, mobiliario y decoración, que en líneas generales se basan en una paleta de color neutra y en formas ortogonales y simples. La madera es protagonista.
“Al principio habíamos escogido una de tono pálido. Sin embargo, luego de estudiar la cantidad de luz que ingresa al apartamento, optamos por aplicar una tintilla que equilibre el ambiente y aporte calidez”.
Los muebles fueron, en su mayoría, diseñados y fabricados a la medida en función de las cualidades materiales de cada estancia. Así, por ejemplo, la mesa del comedor fue elaborada en Colombia, mientras que las sillas y la lámpara son importadas. “Las diferentes piezas de mobiliario se eligieron de acuerdo con las necesidades del usuario”.
La diseñadora se encargó de seleccionar el lugar adecuado para cada una de las piezas de la importante colección de arte de los propietarios; adicionalmente, brindó asesoría y acompañamiento en la escogencia de un par de obras del artista colombiano Christian Abusaid.
En los cuartos, los muebles fueron adaptados a la personalidad de sus habitantes. “Es una familia compuesta por cinco personas, dos de los tres hijos son adolescentes, mientras que el menor todavía es muy pequeño. Por eso fue necesario que las alcobas respondieran a los intereses de cada uno. El diseño del mobiliario fue una herramienta útil en este sentido”.
Las superficies llanas y los volúmenes sencillos ceden protagonismo a las obras de arte y a ciertos elementos decorativos, que a través del color dinamizan los espacios y crean un refugio apacible, que resuena con los ambientes escandinavos que lo inspiraron.