Ecléctico contemporáneo
fotografía: IVÁN ORTIZ Textos: ramón andrés nivia Producción: MARIANA OSORIO / abril 1 - 2016
Como un regalo de bodas comenzó la historia de interiorismo de una joven pareja de banqueros. Aunque se casaron el 3 de noviembre de 2012, tan solo dos años después pudieron mudarse al lugar que les obsequiaron sus padres para celebrar su enlace. Por ello, la transformación empezó, prácticamente, en los planos. “Trabajamos mucho en este apartamento, lo visitábamos todos los sábados durante el tiempo que tardó la construcción para decidir qué cambios le íbamos a hacer”, explica la propietaria.
Y las modificaciones fueron sustanciales. Originalmente este dúplex de 270 metros cuadrados tenía tres dormitorios y sus espacios estaban claramente delimitados, ideal para una vida en familia, con hijos. Algo que, por el momento, no encaja con el estilo de los propietarios. Ellos querían un hogar con un único cuarto donde las zonas sociales fueran protagonistas, incluso en el segundo piso, donde está su habitación. El concepto era lograr un apartamento de soltero, un apartamento donde las reuniones se dieran con frecuencia.
El comedor es el escenario de varias de estas fiestas. Les gusta invitar a sus amigos a disfrutar de una cena, así no sean ellos quienes la preparen –por eso decidieron que la cocina fuera un espacio simplemente funcional, el único aislado de todo el apartamento–. “Queríamos tener un apartamento de solteros, con un amplio comedor, una zona de asados generosa, un sistema de sonido potente, un televisor gigante…, buscábamos que fuera un sitio para dar fiestas y reuniones, nunca lo pensamos para una familia”.
Al pasar a la sala, donde el tono gris predomina en muebles y paredes, un tapete realizado por el arquitecto y diseñador textil Jorge Lizarazo lleva la mirada al piso. Sus colores, texturas y tejido emulan el agua. “En uno de sus extremos es muy azul, pero a medida que caminas se degrada. Sus figuras cambian dependiendo de dónde se le mire”. Este fue otro regalo de bodas, en esta oportunidad de la abuela de la dueña, quien pensaba debían enmarcar la zona. Y a pesar de ser un presente, la propietaria participó en el proceso creativo –que tardó cerca de tres meses– de la mano con Lizarazo.
Aunque los futuros hijos no influyeron en las decisiones de interiorismo, un pequeño llamado Tirano sí. Se trata del perro de cuatro años de la pareja, de raza bull terrier y pelaje blanco. Debido a su abundante pérdida de pelo, “determinamos que todo el piso fuera gris muy claro –casi blanco– para que no se notara. Nuestro anterior apartamento era café y siempre veíamos el reflejo del pelo. Como fue una de las primeras cosas que escogimos, de ahí partió la paleta de color para todo lo demás. En cuanto a los muebles –que son más oscuros–, él está entrenado para no subirse”.
El tono gris del piso se cambió en las escaleras por el blanco, que genera un efecto de amplitud y refleja la luz que ingresa por las claraboyas del techo. Sin embargo, este pequeño ajuste trajo consigo muchos inconvenientes. “Por falta de experiencia sufrimos con la escalera durante unos seis meses. Nosotros nos imaginamos que los tablones del piso los cortaban y servían para este espacio, pero eso no se pudo hacer. Así que tuvimos que buscar una madera lo más similar posible que permitiera el corte para los pasos. Primero elegimos una blanca y lisa, pero no nos gustó como se veía, luego otra que ya era muy amarilla. Al final llegamos al resultado actual. Hemos pensado en cambiarla por algo que genere más contraste, además mantenerla limpia es muy difícil”.
En el segundo piso es evidente que el concepto de tener ambientes sociales se mantiene a pesar de ser la zona privada, donde está el único dormitorio. En este espacio se encuentra un área de televisión –para ver los partidos de fútbol con los amigos–, una pequeña sala, el cuarto y la terraza con un amplio comedor y un BBQ–donde regularmente hacen asados–. “A mi esposo y a mí nos encanta tener invitados, por eso todo es abierto y tenemos bares por diversos espacios –cinco en total–. La habitación principal está a la vista, pero tiene una puerta corredera que permite aislarla si queremos. Es un apartamento muy cómodo para los dos, pero no sé qué vamos a hacer cuando tengamos hijos, quizá el estudio lo convirtamos en una alcoba, no sé…, por ahora, lo disfrutamos al máximo. Todo lo que un adulto quiera hacer es permitido en esta casa”. Y ese goce es evidente en esta propuesta de interiorismo pensada para compartir. Ecléctico contemporáneo.