Un refugio de arquitectura colonial en Cartagena cargado de color
Fotografías: Mónica Barreneche / enero 25 - 2019
Antaño, las construcciones originales contenían huertos y caballerizas; hoy, tras la remodelación, la casa incluye piscina, patio y terrazas ajardinadas.
El arquitecto Mario Villegas, hermano de la propietaria, es autor del proyecto de renovación, en el cual se transformó la distribución espacial por completo, sin menoscabo de los materiales de la época.
Así pues, uno de los grandes cambios corresponde a la creación de zonas descubiertas en el interior de la vivienda, donde se tiene el privilegio de ver –desde diferentes ángulos– el mar, la muralla de Cartagena y el baluarte de Santa Cruz.
Después de vivir en Nueva York, su dueña se trasladó a Cartagena, donde reside hace diez años. De ahí que haya objetos de distintas partes del mundo; por ejemplo, los muebles fueron adquiridos en anticuarios de la ciudad, pero la mayoría de las piezas decorativas provienen de países de Asia, África y Norte América.
Las obras de arte son protagonistas. La gran mayoría son autoría del bogotano Valentino Cortázar. En esta casa conviven historia, arte y naturaleza.
Muestra de ello es que las terrazas no solo permiten una serie de conexiones visuales con el entorno, sino que se encuentran pobladas de flores y colibríes.
Tuvimos el privilegio de pasar unos días en esta casa espectacular!