Conozca el apartamento en Bogotá que se convirtió en el sueño de cualquier diseñador y arquitecto
fotografía: iván ortiz producción: diana tovar Texto: mariana arango / octubre 24 - 2016
Tras diez años de habitar esta vivienda, los propietarios la transformaron para lograr la atmósfera contemporánea con la que soñaban. El primer paso fue reemplazar los pisos por unos de madera alemana, cuya terminación es hecha a mano con el propósito de darle un toque de manchado en blanco que ayuda a mantener la claridad en las distintas zonas, pues en algunos momentos del día la luz natural es escasa.
Así mismo, “uno de los principales objetivos fue separar el cuarto de las dos hijas, convertir un espacio de juegos en habitación y ampliar el baño que comparten las dos alcobas resultantes”, explica el arquitecto Jaime Mojica, quien también realizó la remodelación de todos los baños, la cocina y, además, reformó la iluminación.
El proyecto de interiorismo estuvo a cargo de la diseñadora de modas Ana María Sardi, que terminó aplicando su sensibilidad estética a la decoración y remodelación de interiores. Incluso, tiene un taller donde fabrica sus diseños, los cuales, en su mayoría, ambientan este apartamento.
En la sala, por ejemplo, “es muy importante la combinación de telas y texturas como sedas, linos, terciopelos y brillos, pero utilizando una misma paleta para que no se vea saturado ni pesado, y exista coherencia y uniformidad. El color tiene que ser involucrado con delicadeza para que los diseños no peleen entre sí y se pueda leer lo que uno quiere transmitir”, afirma Sardi. Para el área social, donde comparten un mismo ambiente la sala y el estudio, optó por ubicar muros flotantes con el fin de ganar privacidad y dividir el acceso principal de la casa y el comedor, pero también para exhibir las obras de arte que no cabrían en otro lugar.
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Con esta solución, los cuadros son protagonistas. Solo unos cuantos accesorios resaltan por su color y configuración, como la silla Colani, diseñada por Luigi Colani entre 1968 y 1969 durante su paso como in-house designer de la firma Kusch. Sus líneas fluidas y ergonómicas la convierten en un objeto cómodo, vibrante y atractivo. Según la diseñadora “es importante involucrar algunas piezas originales de diseño porque engrandecen los espacios”.
El comedor es uno de sus lugares favoritos. Un cuadro de gran formato del maestro colombiano Manuel Hernández, considerado uno de los grandes exponentes en la sala, baño principal, comedor familiar y cocina. A la dueña le gustan sus propiedades orgánicas y el toque sofisticado que aporta.
Si bien el color está en las áreas comunes, la diseñadora prefiere los tonos claros para las habitaciones, como el verde agua, grises y lilas muy suaves, pero siempre en combinación con el blanco. “En mi trabajo predomina ese color en los cuartos, pues transmite la sensación de descanso”. Con esta remodelación, Sardi creó un espacio donde el arte es protagonista y engalana paredes y muros flotantes, donde piezas puntuales de diseño resaltan en medio de una gama de grises donde una atmósfera contemporánea se percibe tan pronto se cruza la puerta de acceso.
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