Líneas simples
Fotografía: Iván Ortíz. Producción: Mariana Osorio. Texto: Mariana Arango. / junio 6 - 2014
La primera impresión al entrar en este apartamento, situado en un piso 13, es de impacto: un corredor profundo conduce la mirada hasta dos sillas Nemo, en blanco y negro, caracterizadas por tener la forma de un rostro de mujer. Estas logran que la terraza, que rodea la zona social y el cuarto principal, se luzca con su única presencia y conceden un sentido teatral. Esta zona, despojada de materas, les regala a sus habitantes una vista relajante para los sentidos que complementa la ambientación interior.
Ventanales corredizos de vidrio termoacústico la conectan con la sala, en la que la luz natural entra sin temor por las gigantescas ventanas y brinda claridad. La sala está compuesta por un par de sofás de líneas simples y cómodas, tapizados con una tela de textura delicada traída de Estados Unidos. Los tonos claros y neutros se rompen con las dos sillas rojas del fondo, de Patricia Urquiola, que le impregnan fuerza y vitalidad al espacio.
Un sofá de Roche Bobois es el elemento sorpresa que contrasta y alegra el estudio por su tela plagada de fucsias, rosados y morados. Es aquí donde la familia se reúne para compartir: “Somos una familia numerosa con tres niños que, por la edad, necesitaban habitaciones independientes, por eso, nos gusta estar juntos en este estudio”, comenta la dueña.
La sensación de luminosidad se refuerza con el color blanco en paredes, muros y muebles, lo que contribuye a que todas las zonas se vean más generosas y también hace que el mobiliario sobresalga con fuerza, como lo describe su propietaria: “Quería algo minimalista y moderno pero que, al mismo tiempo, fuera acogedor. Sabía que el diseño blanco combinaba muy bien con los objetos que he dispuesto en cada espacio”.
Para la decoración y la elección de muebles y accesorios, los dueños se asesoraron con la diseñadora María Sanint, “ella diseñó los muebles de madera con poliuretano blanco que hay en varios sitios de la casa”, afirma la dueña. La mayoría de los accesorios son propuestas de diseño arriesgadas y exclusivas de diseñadores e interioristas reconocidos, seleccionadas con sumo cuidado para no desentonar con la residencia que fue concebida para acoger ambientes divididos sutilmente por medio de muros bajos, algunos escalones y dos corredores: el de la entrada principal y el de la zona de las habitaciones.
Sus 484 metros cuadrados, hechos a la medida, cuentan con acabados sencillos pero perfectos. El piso de madera de granadillo le confiere calidez y unifica las zonas, que también se conectan por medio de un mobiliario moderno y sofisticado.
Y para completar, de las paredes cuelgan valiosas obras de arte que parecen dispuestas para una instalación pues están distribuidas de modo que ninguna pasa desapercibida.