Así mismo, buscó que la cocina tuviera más fluidez y por ello propuso tener el comedor –una gran mesa de madera– dentro de este espacio, e integrar o independizar esta zona del área social a través de una puerta corredera con una llamativa estructura geométrica realizada por la constructora Up Living.
Para las paredes eligió un gris que refuerza el efecto industrial –al igual que la chimenea y las lámparas de la cocina– y sirve, además, para contener los objetos contemporáneos.
En la decoración sobresale el sofá chester de cuero negro, de Zientte; la silla roja y las dos mesas de centro, de BoConcept; la funcional biblioteca y las dos sillas de la sala, de Perceptual, y las obras del artista cubano Juan Carlos Rivero-Cintra.Arquitecto Andrés Murgueitio, en Bogotá