Un aire fresco, desenfadado y carnavalesco se respira siempre en Brasil. La explosión de color, la exuberancia de la naturaleza, la riqueza de las fibras naturales y la sensualidad de su música se hacen presentes en sus diseños. La arborizada ciudad de Belo Horizonte, fundada hace 100 años, aloja algunas obras de arquitectura moderna de Óscar Niemeyer, y para la Bienal Brasileña de Diseño reunió exposiciones con impecable museografía en recintos como el Palacio de Bellas Artes y el Museo de Minas. Allí se vio lo mejor del diseño brasileño aplicado a tecnología, moda, joyería, mobiliario, iluminación y objetos.
Vale la pena resaltar que el éxito de los avances del diseño y de las industrias brasileñas se ha logrado gracias a un trabajo coordinado y en equipo en el que participan todos los integrantes de la cadena productiva compuesta por diseñadores, industrias, agremiaciones, como Sindmóveis, y que además cuentan con el apoyo y promoción gubernamental de Apex Brasil con programas como Orchestra Brasil. Todos trabajan con un propósito común: dejar en claro que Brasil le apuesta seriamente al diseño y que gracias a este, el país carioca se ha convertido en un importante competidor en el mercado internacional.