CON PASIÓN BRASILEÑA
Fotografía: Archivo Particular. Textos: Luis Felipe Barrientos. / junio 17 - 2014
Ricardo Bohórquez es un apasionado del diseño y de los procesos de creación que se activan con la demanda de un cliente o con la capacidad del agudo observador de las situaciones diarias. Más allá de los cánones formales que evidencian los estudios de mercado, este colombiano está conectado con las dinámicas de la cotidianidad para que los objetos, empaques o proyectos que realiza tengan una experiencia confortable que sorprenda al consumidor final. “Un ejemplo reciente es el nuevo mortero Higgs. Este diseño va a marcar un antes y un después por su simple solución para una actividad tan dinámica y creativa como es la preparación de alimentos”, comenta. En su opinión, las ideas innovadoras surgen de una capacidad crítica de “cuestionar lo que hacemos o dejamos hacer, por qué somos lo que somos, para dónde vamos y, en el camino, encontrar las pistas o los links que permiten dar respuesta a través del ejercicio creativo”, agrega.
Después de finalizar Diseño Industrial en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en Bogotá, realizó estudios superiores en Gestión de Diseño y de Producto en la Universidad Federal de Santa Catarina, en Florianópolis, Brasil, así como un máster en Diseño Industrial y Creación del Producto en la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona, España. Paralelamente, se ha desempeñado como docente y conferencista en países como Brasil, Colombia, España, Panamá y México. En la actualidad, Brasil ha dejado de ser el centro de su trabajo debido a la interconectividad y a las redes sociales. “Las fronteras físicas están cayendo y hoy puedo decir que el desarrollo del diseño de producto es global, pues se realiza en cualquier lugar –en mi caso Brasil, Colombia y últimamente en Nueva York o Europa–, para posteriormente producirlo en cualquier parte y comercializarlo en cualquier mercado. El reto radica en cómo conformar una red de trabajo para garantizar que esto suceda”, señala.
Por otra parte, Bohórquez aclara que los retos son los mismos independientemente de dónde se encuentre el diseñador, “el secreto está en entender que los ciclos de vida de los productos son cada día más cortos. Para sobresalir es importante crear una excelente red de trabajo”, concluye.