Cinco estudios emergentes de diseño colombiano
Revista AXXIS / noviembre 17 - 2023

El diseño sutil de estas piezas, con una identidad única, hace necesario integrarlas dentro de la decoración de la casa. Todos los estudios comparten la característica de estar pensados para crear elementos que enaltecen la artesanía, la versatilidad y la estética de los espacios.
Conozca la historia de cinco estudios colombianos de diseño cuyas piezas son más que solo objetos, creadas con un propósito que acoge la armonía de cualquier lugar.
1. Estudio de diseño Kret
Se podría decir que el estudio Kret no nació en el mundo del diseño, sino que surgió de la arquitectura. La razón es simple: su fundadora, la arquitecta Lina María Olmos, lo creó con la idea de llevar el concreto a otro nivel.

El nombre de la marca es una abstracción de la palabra concreto, material que, a todas luces, es el origen y el centro del proyecto. “Si el concreto aguanta edificios y puentes, seguramente se puede utilizar a una escala menor muy interesante; es esbelto y liviano, gracias a su resistencia, pero también a su versatilidad y a las características de sus componentes”, dice la arquitecta.

Precisamente por sus usos convencionales en la construcción, se puede pensar que es un material denso, en kilos y en aspecto. Pero en objetos pequeños, como platos o floreros, no es mucho más pesado que el cristal, la cerámica o la porcelana. Además, se le puede dar un acabado limpio y una textura intencionada. Esto depende de lo que requiera cada pieza.
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2. Oficio
“Cuando concebí Oficio, tenía la idea de explorar distintas técnicas que se emplean en Colombia. Comencé por el tejido, pero muy cerca de este inicié una investigación sobre la alfarería en barro rojo, porque me parece un material muy propio del país; todos tenemos referentes de las macetas en nuestra casa y los relacionamos con el ladrillo, muy común en la arquitectura local”, comenta la diseñadora de producto antioqueña y fundadora de Oficio, Camila Pardo Gómez, al hablar sobre su colección Barro.

Su exploración la llevó a diversos lugares de Antioquia, pero fue en la tradicional Ráquira (Boyacá) donde encontró al artesano que daría vida a las piezas que tenía creadas en varios bocetos. “Hicimos muchas pruebas hasta llegar al producto que queríamos formalmente”. Además, al trabajar con un taller artesanal tiene una trazabilidad más clara de la obtención de la materia prima.

Una de las decisiones más interesantes en esta colección es dejar el esmaltado solo en el interior de la pieza, pues así su exterior muestra el material en su forma más pura y rústica. Esto no influye en su funcionamiento, ya que simplemente hace que su secado —en la cara exterior— sea un poco más lento.
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3. La Carpintería
La moda, la música, el arte, las películas e incluso el diseño de interiores se rigen por tendencias que, con frecuencia, rescatan ideas o estéticas que tuvieron éxito en décadas pasadas. El mobiliario retro, por ejemplo, puede darle una personalidad muy especial a un espacio.

Eso tenían en mente los diseñadores del estudio colombiano La Carpi cuando empezaron a plantear su primera colección, llamada Funky. “Esta nueva línea representa un hito significativo, ya que genera el primer paso de la marca hacia una exploración más profunda y desafiante del diseño, sin renunciar a la esencia que la ha definido a lo largo del tiempo”, explican desde la compañía.

Los muebles de la colección se caracterizan por tener formas orgánicas, colores vivos y patrones llamativos, inspirados en los ritmos afro de las décadas de los sesenta y setenta. Los materiales que los componen son la característica madera de calidad de La Carpi, así como partes metálicas que van muy bien con su espíritu retro.
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4. Hilar Estudio
Los tapetes no deberían servir solamente para cubrir un sector del suelo en la casa. Son objetos que decoran, visten, dan vida y personalidad. Así lo plantea la diseñadora Alejandra Rivera, creadora de la marca Hilar Estudio. Este espíritu decorativo y estético se puede percibir con mayor fuerza en los tapices de la firma, que están pensados para colgar en las paredes.

Hilar Estudio tiene varias herencias de esa tradición familiar. Una de ellas es el trabajo artesanal, hecho a mano, de manera personalizada y con procesos cuidadosos. Las técnicas que emplean para fabricar los tapetes y tapices se llaman hand-tufting y punch needle, métodos usados en diferentes partes del mundo. Ambas técnicas tienen en común que no utilizan nudos, sino una base de tela que se atraviesa con hilos.

Las piezas están hechas con una mezcla de lanas vírgenes y acrílicas, con el fin de lograr una buena calidad y gran resistencia; no obstante, la razón de emplear un material u otro también está dictada por el diseño de cada producto.
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5. Pistilo y Gracia
Lograr que las personas vivan en espacios inspiradores es la filosofía de Pistilo y Gracia, firma bogotana fundada hace tres años y medio por la publicista Natalia Olarte y el arquitecto Miguel Matamala.

En sus primeros años, el estudio se enfocó en dos frentes: las plantas para interior —que durante la pandemia tomaron mucha fuerza en los hogares— y el paisajismo para proyectos arquitectónicos.

No obstante, en los últimos meses Pistilo y Gracia ha introducido una tercera línea: objetos decorativos para la casa. “Lo que hacemos es buscar, con paciencia y gracia, las mejores piezas producidas por artesanos a lo largo y ancho del país”, comenta Natalia.

Sus piezas decorativas, muchas de ellas dedicadas a la mesa, son producidas por artesanos que han sido parte del semillero de innovación de Artesanías de Colombia. Es así como cuentan para los objetos de madera con maestros de La Guajira, Cauca, Guainía y Amazonas.
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