“Yo tenía ganas de ser diseñador de carros porque la fibra del diseño la he tenido dentro de mí desde siempre, pero a medida que fui estudiando me di cuenta que el objeto carro no ha cambiado y que yo no sabía exactamente qué era el diseño. Con el tiempo lo que descubrí fue la cultura del diseño, la razón por la cual uno sigue haciendo objetos nuevos, y sobre todo aprendí a darle un sentido a todo esto. Para mí lo primero es la idea y no el objeto”, señala Naranjo.
El Darwinismo de los Objetos
Atraído por este proyecto de grado, el célebre diseñador Raymond Guidot aceptó ser el director de tesis de Juan Pablo. El postulado terminó por convertirse en una interesante reflexión como lo explica Naranjo, “Yo mismo acabé descubriendo muchas cosas porque el resultado fue que de una manera no científica uno podía explicar la evolución de los objetos a través de las teorías que Darwin había utilizado explicando la evolución de las especies. Entonces el postulado dice que la naturaleza es a las especies lo que el hombre es a los objetos: un medio ambiente”. En sus propias palabras, en la medida en que el hombre cambia (y cambia de muchas maneras) también van cambiando los objetos.
El proyecto, que está diseñado en cartón consta de una maleta con tablas que en su primera etapa se utilizan para hacer un biombo, del cual se desprenden los paneles para crear una cama, una mesa y tres bancos, la maleta como tal se desarma y sirve como colchón. El objetivo era crear un entorno que cubriera las necesidades más indispensables del hombre cuando se encuentra en una situación de emergencia. “Utilicé el cartón porque es uno de los materiales más interesantes que existen porque parece simple pero tienen una estructura interna que lo hace muy complejo y funciona de muchas maneras. Además, es un material sencillo que a las personas no les da miedo romper ni manipular ni al que tampoco se le da un valor sentimental por lo que es fácil remplazarlo” comenta Juan Pablo. Esta propuesta fue escogida como una de las mejores de ese año en Europa.
En el 2008 el diseñador fundó junto con su socio el físico francés, Jean-Christophe Orthlieb, Studio Nocc, un lugar dedicado a producir y vender ideas. La formación científica de ambos los ha llevado a crear objetos curiosos que generan interrogantes pues la metodología de trabajo así lo plantea. “Lo primero que hacemos es una observación, luego generamos una hipótesis, después vienen las propuestas que confirman o desmienten esa hipótesis, la validamos y ese es el punto de partida de lo que vamos a desarrollar, al final viene la estética”, señala Naranjo.
Entre sus trabajos más destacados se encuentra una silla que tiene un reposabrazos más largo que el otro y que fue presentada en la feria de diseño Maison Objet de París como parte de la colección Radiation Collection 2010. Su diseño funcional permite que su brazo sirva para diferentes usos, dependiendo del que el espectador le quiera dar. “Nos interesa el aspecto de poder darle capas a los objetos, diferentes niveles de lectura y que la gente se pregunte el porqué, ya con eso hay una historia”.
Otro de sus diseños más interesantes es el taburete con articulaciones diseñado para la firma francesa La Redoute. Todos sus lados son diferentes y representan la manera en que tradicionalmente se han unido las patas de los butacos en su historia. Al unirlas adquieren un valor y una lógica única. Igualmente se trabajó el concepto del arquetipo con los cuatro jarrones en cerámica blanca y con cilindro en el medio. Dejando simplemente la parte de arriba y la parte de abajo a la vista, con sus formas diferentes, se puede reconocer su uso. Y así, todos sus trabajos tienen un sentido y una razón de existir. Studio Nocc, Ideas Tangibles.