Esta antigua edificación neoclásica construida en 1840 en la ciudad de Milán, y que durante muchos años fue una estación ferroviaria –la segunda más vieja de Italia– es ahora el hotel Maison Moschino. En él la firma de alta costura logró transformar sus salas de espera y su plataforma en un lugar mágico cargado de detalles inesperados.
Su estilo ecléctico y cosmopolita está inspirado en las nuevas tendencias y en sus alrededores naturales y verdes que lo convierten en un escenario de cuento de hadas, en donde todos sus elementos de diseño dan forma a una realidad ideal y glamorosa.
La encargada de darle vida a toda esta belleza vanguardista fue Rossella Jardini, directora creativa de Casa Moschino, en colaboración con JoAnn Tan, directora de arte de la firma. “Cuando entro a Maison Moschino me siento como en casa. Es un lugar familiar, cálido y su atmósfera de bienvenida me hace sentir segura. Me encantaría preservarlo tal como está, como si fuera una instalación, pero sé que está destinado a cambiar. Sin embargo es completamente distinto a cualquier otro hotel. Se trata definitivamente de un lugar especial, es por eso por lo que lleva el nombre de Maison Moschino (Casa Moschino)”, afirma Jardini.
Este hotel, que cuenta con 65 habitaciones, entre ellas varias suites, un restaurante, un bar-boutique y un spa, sobrepasa los límites del diseño moderno convirtiéndose en un referente de las nuevas tendencias en la industria de los hoteles de lujo. Las telas pesadas, las camas vestidas de terciopelo, las cortinas de sedas de techo a piso, sus cojines de colores y en forma de dulces y postres, así como sus mesas en forma de taza de té hacen que la estadía sea una experiencia inolvidable. “Mientras diseñábamos el hotel yo pensaba cómo hacer para que se convirtiera en una experiencia surrealista, especialmente en los cuartos. Me imaginaba a los visitantes acostados en sus camas un poco confundidos por no saber si se encontraban dormidos o despiertos. Lograr este efecto ha requerido mucho esfuerzo y mucha meticulosidad a la hora de crear”, asegura JoAnn Tan. El resultado es evidente, Rossella Jardini, junto con su equipo de creativos y la firma Hotelphilosophy, encargada del manejo del hotel, logró encontrar el balance ideal entre lo contemporáneo y lo tradicional, lo real y lo intangible, donde la innovación y la originalidad de su decoración y de su mobiliario despiertan todos los sentidos haciendo posible que sus clientes se vayan renovados.
Maison Moschino es una muestra de que el lenguaje de la moda ha sido transformado y adaptado para crear escenarios fantásticos donde los espacios convierten la manera de dormir en una experiencia de ensueño que supera las expectativas de cualquier huésped.