Este colectivo de diseño se caracterizó por cuestionar los procesos tradicionales en los que se producían los objetos y propuso nuevas miradas con el uso de figuras, colores y materiales estridentes. El colectivo nació en una reunión liderada por el arquitecto y diseñador austriaco, Ettore Sottsass, en 1980 y se autodenominó Memphis Group en honor a la canción de Bob Dylan Stuck inside of mobile with the memphis blues again.
Para 1981 se presentaron como agrupación en el escenario de diseño más importante del mundo, el Salone del Mobile. Allí exhibieron objetos de diseño bastante excéntricos para la época, que reflejaron al público con sólo mirarlos, los postulados que defendería el grupo hasta 1988, fecha de su disolución.
Los postulados que proponían los pertenecientes al Memphis, apuntaban a realizar acciones de diseño directas, en las que lo más importante fuera la forma misma: lo vibrante, lo excéntrico y lo ornamental. De tal modo que, el sentido funcional de los objetos pasaría a un segundo plano y la apuesta del grupo se concretó en crear Objetos espectáculo.
Este giro fue definitivo para la época, porque siempre se había dado prioridad a la fabricación o al carácter ergonómico de los objetos, pero fijar la estética espectacular como el aspecto más importante de un diseño, parecía casi ser un capricho de los arquitectos, diseñadores, artistas y artesanos que pertenecían al Memphis.
No obstante, era la única propuesta en el diseño italiano que para ese momento ofrecía una mirada diferente, pues en general el diseño europeo se encontraba fijando sus ojos en el Good Design, es decir que sólo había lugar para las formas exactas, limpias, y para el extremo funcionalismo, herencia de la escuela Bauhaus.
El Memphis proponía, en contraposición, usar formas, materiales, texturas, íconos y elementos populares, para convertirlos en objetos de diseño de colección. Querían convertir lo corriente en coleccionable. Con la finalidad de lograr entrar en la elite del diseño y sostener una actitud de irreverencia, la cual asumían sus objetos de apariencia singular: brillantes, en acrílico y de colores incandescentes.
Hay que tener en cuenta que para el momento en el que el Memphis Group decidió ofrecer otra visión al diseño, el mundo del arte y de la estética en general, había caído en la desazón de lo conocido, de la falta de sorpresa, del fin de las posibilidades estéticas, es decir: en la crisis creativa de la posmodernidad.
Los diseños del Memphis surgieron libremente, en este panorama que se agotaba y se consumía, y más allá de proponer un cambio estético, decidieron retomar elementos del pasado y traerlos al futuro con una nueva mirada.
Es por ello que en muchas ocasiones modificaron objetos que ya existían y realizaron diseños alusivos a símbolos estéticos de la modernidad, o reflejaron elementos propios de la Cultura Pop, el Art Deco y del futurismo Kitsch americano.
El arquitecto austriaco Ettore Sottsass, creador y líder del grupo Memphis, afirmaba que sus diseños no estaban dirigidos a suplir las necesidades de las personas, sino que, eran realizados para aquellos que pudieran necesitar de sus creaciones.
Así pues, es claro que este colectivo de diseño representó una apuesta definitiva y casi hizo un grito de guerra ante las corrientes de su época, impactó y definió el rumbo que tomaría en adelante la historia del diseño italiano.
Entre los participantes del grupo, se encontraban algunos exponentes como el arquitecto Michele de Lucchi, quien trabajó como asesor de artículos para oficinas en la marca Olivetti, donde conoció a Sottsass, y diseñó objetos como la First Chair (1983) y algunas vajillas plásticas.
Igualmente, se encontraba Matheo Thun, cofundador del grupo, quien se dedicó al diseño mobiliario y a la fabricación digital; junto con la francesa Martine Bedin, directora de la empresa de mobiliario Manufactura Familiale, quien aportó diseños como la lámpara Super.
Otro de los integrantes fue el arquitecto y diseñador italiano, Andrés Branzi, creador del sofá Century y de la estantería Magnolia. En el Memphis también estuvieron reconocidos diseñadores como Aldo Cibic o James Irvine (del Studio Irvine).
Asimismo, el grupo contó con el aporte de Bárbara Radice, esposa de Sottsass, quien escribió el artículo “Ettore Sottssas and the Memphis Blues”. En este texto explicó que la agrupación se consideraba un colectivo anti- ideológico, pues creían que, “la práctica estaba a través de la acción”, es decir que, estaban en contra del proyecto de diseño y defendían que el diseño sólo era posible a través de los hechos directos e inmediatos.
Sobre Sottsass, quien falleció en Enero de 2008 con 90 años, es posible afirmar que marcó un legado fundamental en el diseño y en especial dentro de la Cultura Pop, por medio de creaciones o modificaciones a objetos cotidianos, que se caracterizaban por reflejar la mirada creativa y original de su autor.
Sottssas fue definido por Paola Antonelli, curadora principal del departamento de arquitectura y diseño del MoMA, como una persona que contaba con “la verdadera capacidad de sentir el tiempo en el que estaba viviendo y cambiar con éste”.
Algunos de los diseños más reconocidos del líder fueron la máquina de escribir Valentine, que realizó para la marca italiana Olivetti y que fue lanzada el día de San Valentín en 1969.
La “máquina anti- máquina”, como la definía su creador, descrestó al mundo entero por su color, pues cabe destacar que para Sottsass el manejo del color era uno de los pilares fundamentales en el ejercicio de la creación; por lo que afirmó en 2006 que, “cada color tiene una historia”.
Otros de sus diseños fueron la calculadora Elea 9003, para Olivetti; cubetas de hielo y series de platos hondos para Alessi, un decantador para Baccarat, una silla para Knoll, una alfombra para Namastre. También se destacó por diseños como la Estantería Carlton (1992), la Lámpara de Tahití (1980) y el juego de té Nefertiti (1970).
A pesar de su imponente impacto en la historia del diseño italiano y del mundo entero, el Memphis Group tuvo una corta duración, disolviéndose en 1988.
Durante el tiempo que permaneció y cuestionó los paradigmas de la época, contó con la colaboración de profesionales de diversos campos, como la arquitectura, el arte, la artesanía y así se convirtió en un movimiento trascendente de gran alcance, que logró imponerse en la producción del diseño mundial.
Hoy su influencia se refleja en las diversas propuestas del diseño contemporáneo que tienden a darle prioridad a la estética espectacular y hacen de cada objeto una pieza irreverente, innovadora y atrevida.