“Nada es eterno, completo o perfecto”. Esa frase es la esencia del trabajo del diseñador industrial bogotano Camilo Andrés Rodríguez Márquez, fundador de la firma CarmWorks Studio. Con un catálogo inicial de 15 piezas, donde la madera es la base de todo, busca abrirse camino en el mercado nacional.

Tras vivir y graduarse en México como diseñador industrial, este bogotano regresó al país para iniciar su proyecto personal. En lugares como El Retiro, Antioquia, compartió con carpinteros locales para aprender sus técnicas y trabajar con maderas como flor morado y nogal cafetero. En 2017 decidió radicarse en Bogotá para abrir su estudio.

Rodríguez afirma que la piedra angular de su trabajo es “abrazar la imperfección, encontrar las texturas que tiene la madera, por eso no trabajo con pinturas, solo con algunos tintes naturales. La idea es que se vean y sientan sus imperfecciones”. Esto, sumado a una labor delicada y concienzuda, resulta en piezas como su silla Abraxas, su mesa Malick o su Stool 3, donde todas las bondades de dicho material están a flor de piel.

Asimismo, el realizar un trabajo artesanal, hecho a mano, presenta una oportunidad única: crear objetos para alguien puntual, “aunque tengo stock, mi intención no es que el cliente vaya a un escaparate a escoger, es producir sobre pedido”. Lo anterior le permite, antes de todo el proceso, ir al lugar con una muestra y ver cómo funciona en el espacio real.

Entre sus proyectos para este año está su colaboración con el programa Diseño Colombia, de Artesanías de Colombia, donde desarrolla una silla de la mano de la comunidad inga del Putumayo; tres contenedores con artesanos de La Chamba, Tolima, y un juego de té con un ceramista de La Candelaria, en Bogotá. Las piezas estarán listas en diciembre. Además, en su próxima colección espera explorar con nuevos materiales naturales, como el mármol.

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