Cada dos años, el Salone del Mobile de Milán coincide con la muestra Eurocucina, sin duda la exposición comercial más destacada del universo del mobiliario de cocinas en Europa. Las firmas italianas y alemanas más avanzadas, con honrosas aportaciones de otros países como España, muestran las tendencias más interesantes para uso residencial.
Dado que se trata de un sector que avanza a un ritmo muy lento, las empresas no suelen presentar colecciones nuevas más que en esta muestra o se conforman con revisar sus líneas clásicas. Aun así, las inspiraciones que presentan en Eurocucina ofrecen un panorama exacto de la evolución de este sector de diseño.
¿Cocinas o salones?
La tendencia más relevante en los últimos años, que en esta edición se ha consolidado definitivamente, es la que permite integrar la cocina con el resto de la vivienda para compartir espacio con el salón y el comedor.
Se acabaron los tabiques que las segregaban a un lugar alejado, duro y asfixiante. Las nuevas propuestas se abren al resto de la casa para ganar metros cuadrados y muestran sus mejores acabados al lado de las tapicerías y las zonas de relación del living.
Obviamente esta tendencia obliga a diseñar en forma cuidadosa los frontales de los programas para que su integración con el resto de los muebles sea perfecta. En algunas ocasiones ofrecen opciones que se pueden cerrar para ocultar los elementos más técnicos de los equipos de cocción, lavado y extracción, escamoteando estos para que el aspecto del salón sea impoluto.
No faltan los programas que aportan muebles capaces de equipar el propio salón con librerías o incluso módulos para televisión. Este fenómeno ennoblece el aspecto final de las cocinas dándole un aire más próximo al estar, que al de los antiguos laboratorios de las anteriores generaciones.
Maderas y acero
En cuanto a los acabados, hay que señalar la extraordinaria preponderancia de la madera en los frontales, como consecuencia de esta nueva sensibilidad hacia los espacios abiertos. Las casas eliminan tabiques y este material se muestra idóneo para equipar las diferentes funciones domésticas y homogeneizar la decoración.
Para esta edición de Eurocucina las maderas que se utilizan son un poco más oscuras que en otras temporadas, como respuesta al mismo movimiento que han vivido sus primos hermanos, los programas de mobiliario para salón: nogal, teca, roble y wengué son los materiales idóneos.
La búsqueda de la autenticidad y la vuelta a la naturaleza, fruto de la nueva sensibilidad por proteger el planeta, también están en el origen de esta tendencia.
El aprecio por el acero inoxidable está inspirado en las cocinas de vocación profesional ya que es el preferido por los chefs en todo el mundo. Sin embargo, no se pueden olvidar los acabados lacados, que siempre han supuesto la solución más aceptada para dichos programas. Son materiales muy sufridos desde el punto de vista del desgaste y la humedad que soportan.
En esta edición de la muestra italiana se han apreciado lacados de color visón, beige y algún azul turquesa de influencia nórdica, junto con el blanco, ese clásico que nunca pasará de moda.
Y un sintomático dato final para confirmar las tendencias apuntadas: algunas firmas especializadas en campanas extractoras presentan modelos de una belleza y singularidad extraordinarias. Dispuestas para competir con las lámparas de suspensión del salón y demostrar que la cocina es un espacio para lucir.